El futuro de la delantera del FC Barcelona es uno de los temas que más inquietan a la dirección deportiva. Robert Lewandowski cumplirá 37 años en agosto y eso condiciona los planes a corto y medio plazo. Aunque todavía tiene contrato en vigor, el club asume que debe empezar a pensar en su relevo.
En los despachos del Barça no se busca únicamente un sustituto, sino también un acompañante útil para la rotación. El polaco jugó muchos minutos la pasada campaña y su físico empezó a notarlo en primavera. Flick quiere dosificarle y tener recursos distintos para partidos complicados o contextos específicos.
La secretaría técnica valora incorporar un delantero móvil, asociativo y con buen olfato de gol, pero sin un coste elevado. La fórmula ideal es la que se usó con Marcus Rashford: una cesión con opción de compra asequible. Esa operación funcionó y el club cree que puede repetir ese tipo de fichaje este mismo verano.

El cuerpo técnico no se conforma: quieren más alternativas ofensivas
En este escenario, se ha activado una operación que parecía inviable hace apenas unas semanas. Se trata de un delantero que ha perdido peso en su equipo actual y que estaría dispuesto a cambiar de aires. En el Barça creen que el contexto es favorable y están estudiando muy seriamente la viabilidad del movimiento.
El objetivo no es traer una estrella mundial que exija la titularidad desde el primer día. Lo que Flick y Deco piden es un perfil complementario al actual, que eleve la competitividad interna. Alguien con experiencia, pero también con hambre de recuperar protagonismo en la élite.
El jugador en cuestión es muy del gusto de Deco por su estilo asociativo y su facilidad para encontrar espacios. Además, tiene el aval del cuerpo técnico, que ve en él a un revulsivo interesante para los tramos finales de los partidos. No se trata solo de fichar por necesidad, sino de mejorar el nivel global del ataque.

Desde Inglaterra, hay predisposición a dejarle salir este verano
Su club actual ya le ha comunicado que no será titular indiscutible esta temporada, algo que ha molestado al jugador. Aunque mantiene una buena relación con su entrenador, sabe que ha perdido jerarquía en la plantilla. Por eso está escuchando propuestas que le devuelvan ese protagonismo que tuvo en años anteriores.
En el Barça lo ven como una oportunidad estratégica, un fichaje con lógica deportiva y económica. La idea sería cerrar una cesión con cláusulas asumibles, sin comprometer el equilibrio financiero. Si el rendimiento es positivo, el club se plantearía quedárselo en propiedad al final del curso.
Su estilo encajaría bien con extremos como Raphinha, Lamine o el propio Rashford, con los que puede combinar rápido. Tiene facilidad para bajar a recibir, generar espacios y asistir, además de aportar una cuota mínima de goles. No necesita adaptarse a la élite: lleva años compitiendo al máximo nivel.

Un perfil diferente para completar el ataque
La operación todavía está en fase de estudio, pero los primeros contactos han sido positivos por todas las partes implicadas. El jugador ve con buenos ojos recalar en Barcelona, siempre que se le garantice un rol definido. El club también sabe que si no se adelanta, podría perder la oportunidad ante otro gigante europeo.
Pese a que en redes se han especulado varios nombres, el que está más cerca es un brasileño con pasado en el City. No es otro que el delantero del Arsenal, cuya situación actual ha encendido todas las alarmas en Can Barça. Nos referimos, por supuesto, a Gabriel Jesús.
Su polivalencia, experiencia y voluntad de volver a sentirse importante lo colocan en la pole position del Barça. Deco y Flick están convencidos de que puede ser un refuerzo de alto valor en la delantera blaugrana. La decisión final podría tomarse en cuestión de días si el Arsenal acepta las condiciones de la cesión.