Durante semanas, en el entorno del FC Barcelona reinaba un optimismo creciente en torno a la renovación de Frenkie de Jong. Las conversaciones avanzaban con discreción y buen ritmo, y desde la dirección deportiva se daba por hecho que todo acabaría cerrándose en julio. Pero una propuesta inesperada ha modificado por completo el escenario.
Deco, responsable de los movimientos clave en el área deportiva, llevaba tiempo negociando personalmente con el centrocampista neerlandés. La voluntad de ambas partes parecía clara: continuar juntos más allá de 2026, fecha en la que vence su actual contrato. Incluso se había hablado ya de una rebaja salarial progresiva, acordada de forma amistosa.
En el Barça se valoraba el gesto como una muestra de compromiso por parte del jugador, en un momento económico delicado para el club. El acuerdo planteado contemplaba una ampliación de dos o tres temporadas, y todo parecía encarrilado. Pero lo que parecía una firma segura ha terminado con un giro de guion inesperado.

Un proyecto sólido y la promesa de un rol clave
La temporada pasada fue determinante para Frenkie. Recuperó sensaciones tras una lesión complicada y ganó protagonismo bajo las órdenes de Hansi Flick. El técnico alemán apostó por él como mediocentro, su posición natural, alejándolo del rol más interior que había ocupado en años anteriores.
Esa confianza fue correspondida con actuaciones sólidas y regulares. Frenkie volvió a ser ese jugador que marcaba el ritmo, que filtraba pases con inteligencia y que ofrecía equilibrio en cada partido. Su papel, aunque no siempre protagonista, fue creciendo con el paso de los meses.

Por eso, desde el club se había apostado fuerte por su continuidad. Flick lo considera una pieza valiosa en su engranaje, y Laporta había dado luz verde a la renovación. Incluso en el vestuario, su figura es respetada y valorada como uno de los referentes técnicos del equipo.
La afición también empezaba a reconciliarse con el jugador, tras años marcados por dudas y rumores. Todo parecía encajar para que Frenkie se quedase y firmase la que debía ser su renovación definitiva con el Barça.

La oferta que rompió los planes del Barça
Sin embargo, en los últimos días se produjo un movimiento inesperado. Un club europeo, con ambición y capacidad económica, entró en escena con una oferta directa y contundente. No solo igualaba las cifras que el Barça podía ofrecerle, sino que prometía un rol central y un nuevo comienzo en una liga muy competitiva.
Esta propuesta llegó cuando el acuerdo con el Barça aún no estaba cerrado, y el entorno del jugador decidió escucharla. En cuestión de horas, lo que era una renovación encaminada pasó a ser una operación bloqueada. Desde el club culé reconocen que la situación cambió "de la noche a la mañana".

La decisión final ha sido difícil para Frenkie, pero también lógica desde el punto de vista profesional. Considera que necesita un nuevo estímulo tras varios años marcados por la irregularidad, las lesiones y la presión constante. El nuevo proyecto le garantiza protagonismo y estabilidad a nivel contractual y deportivo.
El Barça, aunque sorprendido por el desenlace, no interpondrá obstáculos. Laporta entiende que no se puede retener a un jugador que no está convencido al cien por cien. Y en lo económico, el club valorará positivamente los ingresos que genere su salida.

El Chelsea se lleva a Frenkie de Jong: nuevo rumbo en la Premier
Finalmente, el Chelsea ha sido el equipo que ha convencido a Frenkie de Jong para cambiar de aires. El club londinense le ha presentado un contrato de larga duración, con un salario muy superior al que percibiría tras su renovación en el Barça. Además, le garantiza un papel clave en el centro del campo, en una plantilla en plena reestructuración.
El traspaso se cerrará en torno a los 50 millones de euros fijos, con variables por objetivos que podrían elevar la cifra hasta los 60 millones. El acuerdo está muy avanzado y se espera que sea oficial antes de que finalice la primera semana de julio.

Frenkie dejará el Barça tras seis temporadas con altibajos, pero con una clara evolución profesional. Se marcha habiendo sido titular en momentos clave, y con el reconocimiento de haber defendido siempre la camiseta con compromiso.
En el Chelsea, buscará recuperar su mejor versión y para el Barça, su salida representa tanto un alivio financiero como una oportunidad de reorganizar su centro del campo. Así termina una etapa marcada por la expectativa... y por una despedida inesperada.