En el FC Barcelona ya no se habla de una lesión, sino de una ausencia indefinida. Hansi Flick ha pedido explicaciones al jugador y al entorno médico en varias ocasiones. Pero a estas alturas, la situación ha superado el ámbito deportivo.
El técnico alemán considera que la falta de implicación es preocupante. Y no es el único. Dentro del club ya no entienden por qué sigue ocupando ficha y salario sin aportar absolutamente nada al equipo.

El vestuario está harto y el ambiente se ha roto
En el vestuario, el cansancio es total. La mayoría de los jugadores han comentado internamente que no comprenden su actitud. Incluso aquellos que mantenían una relación cercana con él han dejado de defenderle.
Pedri, que siempre fue una voz serena en el grupo, ya no quiere ni verlo en la Ciutat Esportiva. Algunos jóvenes como Fermín o Lamine también se han mostrado molestos con la diferencia de trato. Y la sensación general es que se trata de un caso perdido.

Hansi Flick ha sido claro con la directiva. Si el jugador no está en condiciones de competir al máximo nivel, no seguirá. El técnico no acepta medias tintas, y menos en una plantilla que necesita rotación urgente.
En privado, el alemán ha pedido que se busque una salida antes del verano. No quiere que el tema se alargue otro año más. Ni dentro ni fuera del campo hay confianza en su retorno.

Laporta y Deco quieren cerrar su salida cuanto antes
La dirección deportiva está alineada con el cuerpo técnico. Joan Laporta ya ha dado luz verde para que se escuchen ofertas. Y Deco trabaja con su agente para encontrar un destino en las próximas semanas.
El club cree que podría ingresar entre 15 y 20 millones con su traspaso. Aunque la prioridad no es tanto recaudar como liberar su alta ficha. En tiempos de apuros económicos, cada euro cuenta.

Su historial médico y su falta de comunicación, claves en la decisión
El jugador ha pasado más tiempo en la enfermería que en el césped desde que llegó. Esta temporada ha sido especialmente alarmante. No ha jugado ni un solo partido oficial en 2025.
Además, ha evitado hacer declaraciones y no ha acompañado al equipo ni siquiera en momentos importantes. Esto ha hecho saltar todas las alarmas en el club. La paciencia se ha agotado.

El jugador en cuestión no es otro que Andreas Christensen. El central danés ha desaparecido por completo esta temporada. Y ni Flick, ni Pedri, ni nadie del grupo quiere seguir esperando por él.
El club tiene claro que su etapa ha terminado. Su rendimiento inicial fue positivo, pero su continuidad ha sido un problema constante. Este verano, salvo giro inesperado, será traspasado.