Portero del Barcelona con uniforme verde y guantes blancos luce pensativo con las manos sobre la cabeza en un estadio lleno de espectadores

Mucho tiempo después, paradas imposibles

La actuación de Joan García en Vallecas logró que en el Barça, después de muchos años, volviera a hablarse de paradas imposibles

Hay cosas que no cambian. Vallecas volvió a ser una pesadilla para casi todo el barcelonismo. Para un equipo que basa su juego en las combinaciones rápidas a ras de césped no puede haber criptonita más efectiva que un terreno de juego impracticable y de medidas reducidas. Y a ese factor hay que añadirle un Rayo que ha vuelto a Europa 25 años después por méritos propios, porque tiene un técnico con las ideas tan frescas como claras y una plantilla que se deja la vida sobre el verde. Teniendo en cuenta todo esto y que el Barça hizo aguas en todas sus líneas, en cuanto a actitud y rendimiento, bastante hizo el conjunto de Flick con llevarse un punto de tierras madrileñas. 

Pero claro, si bajo palos tienes a un portero que salva goles cantados todo se hace mucho más sencillo. Para muchos seguidores azulgranas la del domingo fue una noche de sentimientos contrapuestos. Por una parte, a su equipo se le vieron las costuras, algo que preocupa y que, por fortuna, es muy poco habitual en los últimos tiempos. Pero por otra, sintieron en carne propia lo que vive un seguidor del Real Madrid un día cualquiera con Thibaut Courtois, la tranquilidad de que el rival va a tener que sudar sangre para superar a su guardameta, y esa es una sensación de la que muchos culés ya no se acordaban.

Tras dos actuaciones discretas ante Mallorca y Levante, Joan García se erigió como el salvador del FC Barcelona en Vallecas. Fueron muchas, de hecho demasiadas, las ocasiones en las que los futbolistas franjirrojos pusieron a prueba al portero de Sallent, llegando estos hasta la desesperación ante las continuas intervenciones de mérito del ex del RCD Espanyol. Ante el Rayo vimos, de nuevo, a ese arquero que nos dejó boquiabiertos en numerosos encuentros defendiendo el escudo perico. Con reflejos felinos, valentía en las salidas y una enorme envergadura a la hora de tapar disparos a bocajarro.   

Que agradable sensación, la de saber que cuando nada sale sobre el césped todavía no está todo perdido. Porque el rival, por mucho que esté siendo mejor que tú, tendrá la difícil tarea de batir a un tipo que para lo imparable. Ter Stegen, Iñaki Peña, Wojciech Szczęsny… Todos ellos son guardametas más que contrastados. Pero hay una diferencia abismal entre tener un buen portero o uno que te haga ganar partidos con sus intervenciones. En los últimos años el problema del Barça no estaba en la portería, pero tampoco la solución. Lo que era parable se paraba, lo que era imparable no.  Ahora, con Joan García la cosa cambia, el FC Barcelona tiene a alguien bajo palos que, muchos años después, vuelve a realizar paradas imposibles defendiendo el escudo azulgrana. Así pues, pese al empate y las malas sensaciones en Vallecas, si los de Flick son capaces de alcanzar el nivel de juego del curso pasado y con un salvavidas de primer nivel bajo palos, ojo a este equipo.