Gavi es uno de esos futbolistas que no deja indiferente a nadie. Si defiende el escudo de tu equipo acabarás enamorado de él. En cambio, si lo tienes como rival, algo que no le deseo ni al peor de mis enemigos, lo odiarás a muerte. Por eso mismo, todos los detractores del de Los Palacios, están empezando a sentir cierta incomodidad con la pretemporada que está realizando el centrocampista andaluz. Y es que el suyo ha sido uno de los nombres propios de la gira asiática que el FC Barcelona ha realizado estos días por Corea y Japón. Se esperaba con impaciencia la puesta en escena del equipo azulgrana, sobre todo para ver en acción a los recién llegados como Rashford, Bardghji o Joan García, y también para disfrutar de las nuevas perlas de La Masía, como Dro, Jofre Torrents o Guille y Toni Fernández, pero a la hora de la verdad uno de los que más ha brillado ha sido Gavi.
El sevillano ha vuelto a Barcelona con el resto de la expedición culé siendo el máximo goleador de la pretemporada, sumando tres goles en los tres amistosos disputados por el conjunto de Flick. Pero por encima de los números, mucho más importante si cabe, está la sensación de que su estado de forma empieza a asemejarse al de antes de lesionarse de gravedad en la rodilla. El curso pasado fue el de su vuelta a los terrenos de juego, el de la ovación en Montjuic en su regreso, y el de volver a sentir su empuje en el verde en los momentos en los que el equipo flaqueaba. Pero Gavi todavía no estaba en condiciones de competir por la titularidad con los Frenkie de Jong, Pedri, Fermín o Dani Olmo. Sin embargo, los partidos en Corea y Japón han hecho evidente que la posición de pivote y de media punta tienen un nuevo candidato, uno además que, en el momento en que tenga la más mínima oportunidad de hacerse con el puesto, se dejará la vida en ello.
Para Hansi Flick, sin duda, esta es una gran noticia. El técnico alemán siempre se ha mostrado muy fraternal con Gavi. Sabe que el andaluz lo ha pasado muy mal con su gravísima lesión, que muchos de los que la han padecido nunca han vuelto a rendir al nivel que mostraban antes de sufrirla, por eso la temporada pasada se hacía habitual que el ex entrenador del Bayern estuviera siempre muy pendiente de su jóven pupilo. Ahora, la manera en que ha arrancado el curso el de Los Palacios, supone una gran alegría para el mister, que se encuentra con ese bendito problema que supone tener a muchos jugadores de calidad para unas pocas posiciones en el campo.
Estamos de acuerdo en que la titularidad en el centro del campo del Barça está carísima. Pero del mismo modo, nunca sobran efectivos en dicha parcela. La temporada es muy larga y está plagada de partidos. Disponer de un perfil como el de Gavi, con buena circulación de balón, llegada desde segunda línea, facilidad para asociarse y una intensidad descomunal tiene un valor incalculable. Y, además, si el sevillano es capaz de volver a su versión pre lesión como ha demostrado en esta pretemporada, entonces será muy complicado sacarlo del once en los encuentros importantes. Sus detractores empiezan a experimentar sudores fríos, quizás se pellizquen deseando que tan solo se trate de una pesadilla, cualquier cosa antes que imaginarse que el mejor Gavi pueda estar de vuelta.