No hace demasiado tiempo, la posición de mediocentro estaba considerada en Can Barça como una demarcación más de contención que de creación. Si echamos la vista atrás, concretamente dos décadas, y nos reencontramos con el laureado equipo dirigido por Frank Rijkaard, vemos que el futbolista de turno que actuaba por delante de la defensa, solía tener más prestaciones defensivas que ofensivas.
Rafa Márquez, Edmilson, Thiago Motta… El jugador que formaba en el pivote tenía un buen desplazamiento largo de balón, aunque por lo general perseguía como principal objetivo dar más consistencia a la medular azulgrana, asomándose al ataque en contadas ocasiones. Pero la cosa dio un giro radical con la llegada de Pep Guardiola. Vaya si lo hizo. El técnico de Santpedor, obsesionado con el ataque constante, se encargó de que la posición de mediocentro evolucionara, pasando a formar parte del engranaje ofensivo del equipo.
Desde ese mismo instante, el pivote ha tenido una importancia vital en el esquema culé. Lo sabemos porque no hay más que ver cómo se defienden los canteranos que actúan en dicha demarcación cuando tienen la oportunidad de jugar con el primer equipo. Y eso demuestra que hay mucho trabajo en las categorías inferiores, para tratar de formar mediocentros que le den al Barça lo que requiere en dicha posición. Todo empezó con un chico de Badía, pero parece que el legado está asegurado.
La alargada sombra de Sergio Busquets
No quiero desilusionar a nadie, pero debo confesar que dudo que volvamos a ver a un futbolista como Sergio Busquets sobre el césped del Camp Nou. Los que lleguen podrán tener muchas virtudes, pero será imposible que igualen las prestaciones que ofrecía el ahora jugador de Inter de Miami. Impecable en sus mejores años y todavía solvente cuando ya su rendimiento decaía, perfecto en el posicionamiento y sublime en la salida del balón. Sin duda el Messi de los mediocentros.
La sombra de Busi es alargada. 722 partidos como azulgrana, 647 como titular. 9 ligas, 7 Supercopas de España, 3 Champions, 3 Supercopas de Europa y 3 Mundiales de Clubes. Un palmarés a la altura del jugador. De hecho, su rendimiento fue tal que a todo aquel que se atreva a actuar en Can Barça en su misma demarcación sabe que será comparado con el de Badía. No obstante, visto lo visto con las nuevas generaciones, el aficionado culé puede estar tranquilo.
Marc Bernal, presente y futuro
El destino fue extremadamente cruel con Marc Bernal y con todo el barcelonismo. Tras una temporada en que se hizo evidente que el equipo tenía una carencia importante en la posición de mediocentro y un verano en el que la mermada economía del club imposibilitó reforzar dicha demarcación, apareció el chaval de Berga para darle una alegría a la afición. Se cerraba el debate y además con alguien de la casa. Pero las lesiones no entienden de romanticismo y echaron por tierra la ilusión del precoz centrocampista y del aficionado culé.
Marc Bernal volverá de su grave lesión de rodilla y lo hará siendo más fuerte. Para seguir demostrando que la cantera culé es una fábrica de jugadores hechos a medida para desenvolverse a las mil maravillas como pivotes por delante de la defensa. Colocación, buena salida de balón y visión de juego no le faltan al chico, así que en el club le esperarán con los brazos abiertos.
La consolidación de Marc Casadó
Marc Casadó hizo un buen partido en Mestalla, firmó una gran actuación ante el Valladolid y realizó toda una exhibición en Montilivi. La lesión de Marc Bernal y las molestias crónicas de Frenkie De Jong le han abierto de par en par las puerta de la titularidad. Y vaya si lo está aprovechando. Cumpliendo a la perfección con las labores de mediocentro, el de Sant Pere de Vilamajor tiene además la virtud de la conducción, abandonando en ocasiones su posición para incorporarse al ataque, como sucedió en el 0 a 4 de Girona donde regaló una asistencia de gol a Pedri.
En un Barça que anda corto de fondo de armario resulta vital disponer de jugadores que se desempeñen bien en diferentes posiciones. Y este es el caso del joven canterano azulgrana, que puede actuar en el pivote defensivo y también como interior, estando más cerca de la portería rival. Es innegable que el ex capitán del Barça B ha comenzado la temporada de manera inmejorable.
Pau Prim en la recámara
Si estás en edad juvenil pero ya tienes dorsal en el filial es que algo estás haciendo bien. Pau Prim sabe que está en el lugar indicado para mostrar todo su potencial como mediocentro, siendo con apenas 18 años titular indiscutible en el Barça B. Y es que las apariciones del centrocampista barcelonés con el primer equipo son solo cuestión de tiempo, teniendo en cuenta los pocos efectivos de los que dispone Flick y la facilidad que tiene el técnico alemán para contar con los más jóvenes.
El de Prim es el último nombre en aparecer relacionado con el pivote defensivo del Barça. Otro futbolista de la casa que lleva años estudiando y entendiendo lo que requiere dicha posición cuando tu equipo está diseñado para atacar. Mientras, La Masía sigue trabajando para conseguir que cuando los canteranos den el salto al primer equipo no noten apenas ningún cambio, más allá de verse en un estadio mucho más grande de lo habitual y con mucho más público. Y a juzgar por cómo se desenvuelven los nuevos mediocentros “made in Barça”, damos fe de que se está haciendo un buen trabajo.