Reparto de puntos en el Lluís Companys entre dos de los equipos más reconocibles del campeonato. Gasperini no cambió su manera de percibir el fútbol y Flick intentó des balancear ese juego italiano tan pegajoso. El gol de Lamine en la segunda parte abrió el partido, pero todo acabó como empezó.
Duelo de poder
Esto hizo que la primera parte, los azulgranas estuvieran incómodos y fueran incapaces de crear muchas ocasiones de peligro. Lamine Yamal fue el jugador más activo, también el que tuvo la ocasión más clara, pero su disparo fue centrado. Los de Bérgamo tampoco exigieron mucho a Szczesny, aunque lograron marcar gol que anularon por fuera de juego.
Unos primeros 45' en los que el Barça intentaba arrastrar para salir al espacio y una Atalanta que no les daba respiro. Gavi protagonizó el susto de la noche, ya que por un momento se pensó que había recaído de la lesión de rodilla. A parte de esto, pocas cosas reseñables, los de Flick necesitaban ajustar algunas cosas si querían ganar.
Lamine cada día sorprende más
En este partido, un gol desastascaría todo el potencial ofensivo de ambos equipos y así fue. Golpeó primero el Barça por medio de Lamine, tras una buena jugada combinativa del trío de atacantes. La respuesta no se iba a hacer esperar, pues Ederson desde la frontal ponía el empate con un golazo.
Este empate no le valía a la Atalanta para pasar como top 8, por lo que se volcó buscando ese segundo tanto. No obstante, quién iba a marcar iba a ser el Barça, Araujo a la salida de un córner remataba a placer para el 2-1. Pero, el equipo de Bérgamo no se iba a rendir y con un gran centro de su capitán De Roon, Pasalic batía a Szczęsny.
Lamine, que fue el mejor del partido, tuvo alguna oportunidad para el gol de la victoria, pero no acabo de acertar. Empate que deja satisfechos a los azulgranas, aunque con una victoria se hubieran colocado como líderes. El sorteo del viernes dictaminará que dos equipos pueden cruzarse con el Barça en octavos.
Si algo había claro, es que la Atalanta era uno de los equipos más difíciles del calendario para los culés. Un equipo de autor, que obliga a su rival a cambiar su forma de jugar por la manera en la que presionan. Y Gasperini nunca cambia su idea de juego, ya puedes ser el Barcelona o un rival de menor entidad.