Xavi no contaba con él. Al principio de temporada, Hansi prefería a Marc Bernal en su posición. Sin embargo, con paciencia y aprovechando la coyuntura, Marc Casadó está cumpliendo su sueño. Llegó a la Masía en 2016 procedente de la Damm con el objetivo entre ceja y ceja de llegar al primer equipo.
Casadó, un jugador concinado a fuego lento
Aunque hayamos normalizado que canteranos de 16 o 17 años se asenten en el primer equipo del FC Barcelona, no siempre es así. El caso de Marc Casadó es el ejemplo perfecto de ir quemando etapas progresivamente, con paciencia y determinación. Por primera vez, esta temporada, con 21 años, Casadó está contando con el protagonismo que merece.
El pivote español llegó a la canterana en verano de 2016 procedente de la Damm y se incorporó al Infantil A. Tras ir pasando por las diferentes categorías asumió la responsabilidad de ser capitán en el Juvenil. Y no fue en vano. Se proclamó campeón de la Liga División de Honor y de la Copa de Campeones 2021/22.
El año pasado lucía el brazalete del Barça Atlètic, pero Xavi nunca llegó a darle protagonismo. Más allá de algunos minutos residuales en la posición de lateral, entraba en las convocatorias pero casi nunca llegaba a pisar el césped.
Casadó, culé hasta la médula
En verano, la joven perla azulgrana estuvo en la rampa de salida. El jugador solo valoraba una cesión para seguir creciendo como futbolista, pero su voluntad principal siempre fue la de quedarse en el Barça. Convenció a Flick en la gira veraniega por Estados Unidos y, a día de hoy, es fundamental en la medular del Barça.
El jugador recibió ofertas de varios clubes, muchas de ellas tentadoras. Según ha podido saber 'Sport', la Liga de Arabia Saudí fue la que apostó más fuerte por él. Este verano, alguno de los clubs más importantes de Saudí ofrecieron 8 millones al Barça por los servicios del jugador. Por suerte, la operación no cuajó.
Casadó, un jugador de presente y futuro
El Barça optó por blindar al jugador, renovándolo hasta 2028. La apuesta por la Masía de Laporta y Flick es innegociable e indudable, y con Casadó se está demostrando el porqué.
Está ocupando con creces la vacante que dejó Sergio Busquets en el pivote y en cuestión de dos meses se ha ganado el respeto del barcelonismo.