El Chelsea ha lanzado una ofensiva final para llevarse a Fermín López, ofreciendo 50 millones de euros. El conjunto londinense lo considera un fichaje estratégico para consolidar su centro del campo en plena reconstrucción. Sin embargo, el Barça no está dispuesto a ceder con tanta facilidad y ya ha puesto condiciones muy claras.
En Stamford Bridge creen que Fermín es un perfil que encaja perfectamente con el proyecto de Enzo Maresca. Su dinamismo, su capacidad para llegar al área y su juventud lo convierten en una apuesta de presente y futuro. Desde el Camp Nou, Hansi Flick ha elevado el listón de la operación, consciente de la importancia del andaluz.
El Barça valora mucho al jugador, que en apenas un año se ha ganado la confianza del vestuario. Su impacto fue inmediato y, aunque ahora no es indiscutible, se le considera fundamental en la rotación. Flick no aceptará perderlo sin asegurarse un refuerzo inmediato que cubra otras carencias del equipo.

El primer requisito: reforzar la defensa cuanto antes
El técnico alemán ha insistido en que la defensa es su principal preocupación en este inicio de curso. La marcha de Iñigo Martínez y las dudas de Ronald Araújo han debilitado al equipo en la zona izquierda. Por ello, Flick exige que llegue un central zurdo antes de dar luz verde a la venta de Fermín.
El objetivo es acompañar a Pau Cubarsí con un jugador experimentado y fiable que aporte seguridad en la salida de balón. Flick considera que la columna vertebral del Barça empieza por atrás, y sin una zaga sólida el proyecto se resentirá. Para el alemán, el traspaso de Fermín solo tendría sentido si el dinero sirve para reforzar urgentemente esa posición.
El mensaje ha sido directo: sin fichaje en defensa, no habrá salida del centrocampista. Y aunque el Chelsea aprieta para acelerar los tiempos, el Barça sabe que esta exigencia es innegociable. La estabilidad defensiva es la base de todo y el club no quiere repetir errores pasados.

El segundo requisito: una cifra mínima obligatoria
La otra gran condición que ha marcado el club pasa por el precio final de la operación. La oferta inicial de 50 millones del Chelsea ha sido rechazada de plano por Joan Laporta y Deco. La directiva azulgrana exige un mínimo de 70 millones para abrir conversaciones serias.
Esa cifra responde tanto a la importancia de Fermín como a la situación financiera del Barça. El club necesita ingresos para inscribir a Roony Bardghji, Gerard Martín y Szczesny, pero no está dispuesto a malvender a un canterano prometedor. Si los londinenses no aceptan las condiciones económicas, la operación quedará automáticamente descartada.
El Chelsea, consciente del potencial del jugador, estudia subir la propuesta en los próximos días. Sin embargo, desde Londres tampoco quieren caer en una puja interminable que dispare el coste. El pulso económico ya está abierto y su desenlace marcará la última semana del mercado.

El dilema de Fermín y el futuro inmediato
El propio jugador se encuentra en una situación complicada, entre el sueño de triunfar en el Barça y la tentación inglesa. A sus 20 años, sabe que la Premier League ofrece exposición mediática, crecimiento económico y una nueva aventura. Sin embargo, también entiende que en el Camp Nou tiene la confianza de Flick y un entorno que lo arropa.
El andaluz ha dejado claro que no forzará su salida bajo ninguna circunstancia. Todo dependerá de lo que acuerden el club y su entrenador en los próximos días. La pelota está en el tejado del Barça, que debe decidir si prioriza lo deportivo o lo económico.
Con el cierre del mercado a la vuelta de la esquina, el desenlace se acerca inevitablemente. Si el Chelsea acepta las dos enormes exigencias del Barça, la venta de Fermín será una realidad. Si no, el centrocampista seguirá defendiendo la camiseta azulgrana, al menos una temporada más.