Un futbolista sonriente aparece en primer plano con el escudo del FC Barcelona de fondo sobre un fondo morado

Oficial, el Barça fichará al mejor '9' del mundo: Mejor que Kane, solo falta la firma

El presidente del club catalán tiene un objetivo entre ceja y ceja, está dispuesto a todo para ficharlo

Robert Lewandowski sigue siendo una de las grandes referencias del FC Barcelona. Su llegada aportó gol, jerarquía y experiencia a un equipo que buscaba un líder ofensivo tras la salida de figuras históricas. Sin embargo, en el club son conscientes de que su contrato finaliza muy pronto y que, llegado ese momento, podría poner punto final a su etapa en el Camp Nou.

Con esa fecha en el horizonte, la dirección deportiva han comenzado a trabajar en un plan que garantice que el equipo mantenga un alto nivel goleador en los próximos años. El objetivo es claro: anticiparse para evitar improvisaciones y asegurar que el relevo del polaco esté definido y preparado para asumir el protagonismo desde el primer día en el Barça.

Un nombre propio para Laporta

En las conversaciones internas, la prioridad tiene nombre y apellido: Julián Álvarez. El delantero del Atlético de Madrid es visto como el heredero ideal de Lewandowski por sus características y su proyección. Su capacidad para adaptarse en ataque, su intensidad sin balón, su olfato goleador y su experiencia en la élite lo convierten en un perfil que encaja con la filosofía azulgrana.

El problema no será su rendimiento, sino el coste de la operación. Su cláusula de rescisión ronda los 100 millones de euros, y el Atlético de Madrid no contempla desprenderse de una de sus piezas clave sin una oferta elevada. En la directiva azulgrana asumen que será necesario un plan financiero ambicioso y probablemente realizar ventas para afrontar el fichaje.

Decisión estratégica, respaldo de Flick

Hansi Flick ha dado su aprobación total a la operación. El técnico valora especialmente la movilidad, la presión y la inteligencia táctica de Julián, cualidades que encajan con su idea de juego. Para él, no solo sería un sustituto natural de Lewandowski, sino también un jugador que podría aportar una nueva dimensión al ataque culé.

Con su visto bueno, el Barça cuenta con un alineamiento total entre la parcela deportiva y la directiva para avanzar en los pasos necesarios. La intención es que, cuando llegue el momento, el equipo no pierda pegada ni capacidad para dominar ofensivamente.

Joan Laporta considera que este tipo de movimientos son los que definen el rumbo del club a medio plazo. Su mensaje es claro: si hay que hacer un esfuerzo extraordinario, se hará. La experiencia con Robert Lewandowski, que llegó para marcar diferencias desde su debut, sirve como ejemplo de que apostar fuerte por un delantero de élite puede ser decisivo.