Lamine Yamal ha vuelto al trabajo con el FC Barcelona dejando a todos sin palabras. El joven canterano ha comenzado la pretemporada con una energía, fuerza y madurez que no pasan desapercibidas. Tras unas vacaciones intensas en lo social, había dudas sobre cómo llegaría físicamente, pero las ha disipado desde el primer día.
Su rendimiento en los primeros entrenamientos ha sido abrumador. El cuerpo técnico no esperaba una respuesta tan inmediata, ni mucho menos tan contundente. Lamine no solo está fino físicamente, también ha demostrado haber crecido futbolísticamente durante el verano.
Ha mejorado en su lectura del juego, en el posicionamiento y en la toma de decisiones en zonas de peligro. Su cambio físico es evidente, más musculado, más rápido y con un equilibrio en carrera que asusta. “Está como un toro”, comentan desde la Ciutat Esportiva con absoluta admiración.

Flick quiere que sea un líder
La sensación en el vestuario es que Lamine ya no es una promesa, sino una figura asentada. No es solo lo que muestra en el campo, sino su comportamiento dentro del grupo, mucho más vocal y comprometido. Flick ha tomado nota y ya trabaja con un sistema que le permita explotar su potencial sin desgastarlo en exceso.
El técnico alemán sabe que tiene entre manos a un jugador diferencial, capaz de decidir partidos por sí solo. Yamal no ha venido a ser uno más: quiere liderar desde el primer minuto de la temporada. Su ambición y madurez han sorprendido a los pesos pesados del vestuario, que ya le miran con respeto absoluto.
Desde el club están cuidando cada detalle de su progresión, tanto física como mentalmente. Nadie quiere correr riesgos ni repetir errores del pasado con jóvenes talentos. Pero el nivel que está mostrando lo convierte en una pieza imposible de ignorar en los onces titulares.

Dupla prometedora con Rashford
Uno de los aspectos más destacados de esta pretemporada es su conexión con Marcus Rashford. A pesar de llevar apenas unos días juntos, la química entre ambos es más que evidente. Se entienden, se buscan y se complementan a la perfección sobre el césped.
Rashford ha elogiado públicamente al joven extremo, asegurando que tiene un talento “sobrenatural”. Lamine, por su parte, se siente cómodo con el inglés y ha agradecido tener un referente con su experiencia. Juntos podrían formar una de las bandas más temibles de Europa.
En el vestuario no se habla de otra cosa: la sociedad Yamal–Rashford ilusiona a jugadores y técnicos por igual. Ambos pueden alternar posiciones, explotar espacios y generar constantes desequilibrios. Y si siguen así, serán titulares indiscutibles durante toda la temporada.

Un fenómeno que ya es presente
Lamine quiere dejar claro que no está aquí por casualidad ni por una buena racha. Quiere marcar una época en el Barça y está convencido de que este año será clave para su carrera. Lo que antes eran pinceladas de talento, ahora se ha transformado en liderazgo y constancia.
Los preparadores físicos siguen sorprendidos por su resistencia, fuerza y compromiso en cada ejercicio. Flick ya ha diseñado un plan específico para protegerlo, pero también para aprovechar al máximo su rendimiento. La temporada apenas arranca y Lamine ya marca el ritmo de la plantilla.
El Barça sonríe al ver cómo crece su nueva joya. Lamine Yamal ha vuelto mejor que nunca, con el '10' a la espalda y sin miedo a nada. Su mensaje al mundo del fútbol es claro: está listo para romperla.