El Barça está enamorado a nivel futbolístico de Julián Álvarez. Desde los despachos del club, la admiración por el delantero argentino del Atlético de Madrid es cada vez más evidente. Su capacidad para asociarse, su movilidad en el frente de ataque y su instinto goleador han hecho que las miradas se dirijan hacia él.
Joan Laporta es el gran valedor de este interés. Se ha dejado ver en varias ocasiones elogiando al argentino, tanto en público como en círculos privados. Para Laporta, Julián Álvarez representa ese tipo de jugador que no solo aporta goles, sino también identidad y garra.
El heredero de Lewandowski
El Barça ve a Julián como el heredero natural de Robert Lewandowski. Con el polaco en la recta final de su carrera en la élite, el club necesita comenzar a planificar el relevo generacional. En este sentido, Julián aparece en la pole para ocupar el puesto de delantero centro en el futuro.
Junto a él, Alexander Isak también es muy valorado por la secretaría técnica. El sueco, con un perfil más físico y vertical, también gusta mucho, pero es Julián quien lidera esa carrera simbólica por convertirse en el “9” del Barça cuando llegue el momento.
Ahora no sale
Sin embargo, según ha informado El Nacional, los sueños azulgranas tendrán que esperar. Julián Álvarez no tiene intención de cambiar de aires en este 2025. El delantero está centrado en su presente con el Atlético, club donde ha encontrado continuidad, protagonismo y una estructura competitiva que le permite crecer.
Esto supone un jarro de agua fría para las aspiraciones del Barça de contar con sus servicios este verano. Por mucho que Laporta lo quiera y que el cuerpo técnico lo valore, Julián se mantendrá en el Metropolitano durante la próxima temporada. La planificación deportiva azulgrana tendrá que ajustarse y enfocarse en otras necesidades más inmediatas mientras el fichaje del argentino se aparca.
2026 será el año clave
Pero el interés del Barça por Julián Álvarez no se desvanece, simplemente se pospone. En los pasillos del club, ya se empieza a hablar del verano de 2026 como el momento propicio para acometer su fichaje. Es ese el año en que expira el contrato de Robert Lewandowski y, con su salida, se abrirá una vacante en la plantilla que debe llenarse con una figura de garantías.

Julián encaja a la perfección en ese perfil, ya que es joven pero con experiencia en la élite, talento puro, y un carácter competitivo que podría hacerle encajar. A día de hoy, el club trabaja en silencio, preparando el terreno y construyendo relaciones, sabiendo que para traerlo a Barcelona hará falta paciencia, estrategia y un contexto financiero más favorable. Pero si todo sale como se espera, el Camp Nou podría tener a su nuevo ídolo argentino justo cuando lo necesite.