Lo que debía ser una noche de fiesta acabó convirtiéndose en una escena de tensión interna en el FC Barcelona. Durante la celebración de títulos en Montjuïc, uno de los momentos más esperados no ocurrió. Ter Stegen, capitán del equipo, se negó a tomar el micrófono y dedicar unas palabras a los aficionados presentes.
Cada año, la tradición del club es clara: el capitán y varios jugadores dedican mensajes al público. Todo estaba preparado para ello, incluido en la escaleta de los medios y la organización del evento. Pero Ter Stegen, de forma inesperada, decidió no hablar, desatando el enfado de los altos cargos del club.
Barça | @FCBarcelona
Flick y Laporta, cara a cara en medio del campo
La decisión del guardameta alemán no fue bien recibida por nadie dentro del club, especialmente por la directiva. Testigos en Montjuïc aseguran que Hansi Flick y Joan Laporta protagonizaron una conversación muy tensa a pie de campo. Ambos discutieron sobre el gesto de Ter Stegen, que dejó en evidencia el mal ambiente interno.
La reacción del técnico alemán fue inmediata, molesto por lo que consideró una falta de respeto a la afición. Laporta, por su parte, mostró su decepción, consciente de que la actitud del capitán podía interpretarse como un desafío. Más de 50.000 personas estaban en el estadio esperando ese mensaje, que nunca llegó.
Foto grupal con el titulo y toda la plantilla | @FCBarcelona
Fuentes cercanas a la plantilla apuntan a un motivo claro detrás del silencio del capitán azulgrana. Ter Stegen estaría muy molesto con el club por la manera en que se está manejando su futuro. La llegada de Joan García y los rumores sobre su salida habrían encendido los ánimos del portero alemán.
El club le ha abierto la puerta de salida y eso ha generado tensión entre las partes implicadas. Se siente desplazado y no comprendido, pese a sus años de entrega al escudo culé. Por eso, decidió no participar en un acto que consideraba hipócrita dadas las circunstancias.
Efecto dominó en la celebración
El gesto de Ter Stegen tuvo más consecuencias de lo esperado. Al ser el capitán quien debía iniciar las palabras al público, su silencio obligó a cancelar el resto de intervenciones. Ningún jugador más tomó el micrófono, para evitar que la ausencia del alemán quedara aún más expuesta.
Esto dejó una sensación extraña entre los asistentes, que esperaban una conexión directa con sus ídolos tras una temporada exigente. La organización no supo cómo reaccionar en ese momento y el evento perdió parte de su esencia habitual. En la zona noble del club, la incomodidad era evidente.
El acto silencioso del portero ha sido interpretado por la directiva como una clara señal de ruptura. Consideran que fue una falta de consideración y que el gesto no puede pasar por alto. Aunque no ha habido comunicado oficial, internamente el club empieza a asumir que la etapa de Ter Stegen podría estar llegando a su fin.
Por parte del jugador, se siente herido por cómo ha sido tratado y cree que ya no tiene respaldo. Su relación con algunos miembros del staff se ha enfriado, y su continuidad parece cada vez menos probable. La decisión de no hablar fue un grito de protesta en forma de silencio.