Un hombre con el escudo del Manchester United de fondo.

De Jong amenaza con irse del Barça por culpa del niño mimado de Flick: 'No es justo'

El neerlandés ve peligrar su rol en el equipo y su paciencia con el Barça se agota

El FC Barcelona afronta un inicio de temporada con varias incógnitas en su centro del campo. Una de ellas tiene como protagonista a Frenkie de Jong, cuya continuidad parecía asegurada tras aceptar una renovación a la baja el pasado curso. Sin embargo, en las últimas semanas, su relación con el proyecto de Hansi Flick vuelve a tensarse peligrosamente.

El neerlandés lleva años siendo una de las piezas más relevantes de la medular azulgrana. A pesar de lesiones recurrentes y dudas sobre su rendimiento, siempre logró recuperar protagonismo en momentos clave de la temporada. Su rol, sin embargo, parece estar en entredicho, algo que genera malestar tanto en el vestuario como en su propio entorno.

La directiva confía en su capacidad para liderar, pero también sabe que no es un intocable absoluto. Flick insiste en que todos los jugadores deben ganarse el puesto partido a partido. Y esa política, aunque lógica en teoría, amenaza con relegar a De Jong a un papel secundario que no está dispuesto a aceptar.

Frenkie de Jong esta temporada
De Jong piensa en renovar | @FCBarcelona_cat

Un inicio de curso con señales preocupantes

El mensaje del técnico alemán ha sido claro: nadie tiene asegurada la titularidad. Prueba de ello es que futbolistas como Jules Koundé o Dani Olmo han arrancado algunos partidos desde el banquillo. Ese mismo criterio se está aplicando a De Jong, que ya no es la primera opción en cada once inicial.

La situación ha generado un debate interno que recuerda al vivido con su renovación. Entonces, el neerlandés tensó la cuerda hasta el límite antes de aceptar condiciones económicas menos favorables. Ahora, lo que está en juego no son cifras, sino minutos de calidad en el terreno de juego.

Fuentes cercanas aseguran que el jugador ha mostrado su incomodidad en privado. Frenkie entiende que el club atraviesa un momento delicado, pero no acepta sentirse desplazado. Su prioridad es jugar, y si percibe que no se le valora, podría replantearse seriamente su futuro inmediato.

Un jugador de fútbol con el uniforme del FC Barcelona señalando con el brazo extendido durante un partido.
Frenkie De Jong con el Barça | @FCBarcelona

El regreso de un joven que lo cambia todo

El gran motivo de esta tensión tiene nombre y apellido. Tras superar una grave lesión, una de las mayores promesas del Barça ha regresado con una fuerza descomunal. Su energía, presión alta y capacidad de llegada desde segunda línea han conquistado rápidamente a Flick.

El técnico alemán lo considera un futbolista que encarna a la perfección su idea de un Barça más vertical. Su intensidad contrasta con el estilo más pausado y cerebral de De Jong. Y esa diferencia de perfiles se traduce en que el canterano acumula cada vez más protagonismo.

En el vestuario no han pasado desapercibidos estos movimientos tácticos. Algunos jugadores entienden la apuesta de Flick por la juventud y la intensidad. Otros, en cambio, creen que el neerlandés aún tiene mucho que aportar y merece seguir siendo titular indiscutible.

Futbolista del Barcelona celebrando un gol con los brazos levantados durante un partido
Gavi ha vuelto imparable | @pablogavi

El nombre que amenaza la posición de Frenkie de Jong no es otro que Gavi. El sevillano ha regresado tras meses de recuperación y ya parece indiscutible para el entrenador. Su entrada en el partido contra el Levante revolucionó al equipo y fue decisiva en la remontada.

Flick valora especialmente su capacidad para contagiar energía, recuperar balones y sumar llegada al área rival. Para el técnico, Gavi representa la esencia de su idea de juego y el símbolo de una nueva etapa. Y esa confianza ha generado el primer gran conflicto de la temporada en el vestuario azulgrana.

De Jong, según fuentes internas, ya ha lanzado un ultimátum al club: “Si mi rol es secundario, me planteo marcharme”. El Chelsea sigue atento a su situación y podría convertirse en destino si la tensión no se resuelve pronto. Lo único seguro es que el pulso entre el niño mimado de Flick y el cerebro neerlandés marcará el futuro inmediato del Barça.