El FC Barcelona vive unas horas de máxima tensión en el mercado de fichajes. El futuro de Fermín López sigue en el aire, con el Chelsea insistiendo en su contratación y el Barça exigiendo un mínimo de 70 millones para abrir conversaciones. Esa incertidumbre ha llevado a Joan Laporta y Deco a activar un movimiento inesperado para blindar la plantilla antes del cierre.
El centrocampista andaluz no ha pedido salir, pero su nombre es protagonista absoluto en los despachos. El Chelsea ya le ha tentado duplicando su salario y garantizándole un rol protagonista en Stamford Bridge. Sin embargo, tanto el club como el propio jugador mantienen silencio mientras analizan todas las posibilidades que ofrece esta situación tan compleja.
En el Barça saben que no pueden depender únicamente de lo que ocurra con Fermín. Por eso, la dirección deportiva se ha marcado como objetivo dar un golpe de efecto en el mercado. La idea es cerrar un fichaje de última hora que encaje en el proyecto de Hansi Flick y aporte frescura ofensiva inmediata.

El nombre del refuerzo que el Barça persigue no es una novedad en el fútbol español. Tanto el Valencia como el Betis habían mostrado un interés real en hacerse con sus servicios este mismo verano. Ambos clubes vieron en él una oportunidad de mercado por su cláusula de rescisión asequible y su evidente potencial.
Sin embargo, la falta de liquidez en las arcas valencianistas y las limitaciones presupuestarias del Betis jugaron en contra. Ninguno de los dos pudo dar el paso definitivo para asegurarse al jugador. Y esa indecisión ha sido aprovechada por el Barça, que está dispuesto a ejecutar la operación antes de que sea demasiado tarde.
El futbolista, consciente de que su progresión necesita un salto a un escenario mayor, ve con buenos ojos el interés culé. Compartir vestuario con Lamine Yamal, Pedri o Pau Cubarsí es un aliciente enorme. Y su entorno ya ha transmitido que preferiría aterrizar en un club con aspiraciones europeas antes que quedarse en un proyecto de mitad de tabla.

Hansi Flick ha trasladado directamente a Deco que necesita más variantes ofensivas. La remontada contra el Levante evidenció el talento de Lamine Yamal, pero también la falta de alternativas cuando el canterano no está inspirado. El técnico alemán insiste en que no se puede depender únicamente de Pedri o Raphinha para generar peligro constante.
La dirección deportiva, consciente de esa necesidad, se ha movido en silencio para evitar filtraciones. El plan pasa por cerrar el acuerdo antes de que su cláusula de rescisión cambie, ya que a partir del 1 de septiembre el precio subirá de forma considerable. El Barça quiere aprovechar la coyuntura y adelantarse a otros equipos europeos que también han seguido de cerca su evolución.
El fichaje no solo responde a una necesidad deportiva inmediata, sino también a una visión estratégica. Con apenas 21 años, el jugador encaja en la política del club de apostar por talento joven con margen de crecimiento. Además, su ficha es asumible dentro del complicado marco del fair play financiero.

Finalmente, el protagonista de esta operación es Etta Eyong, delantero del Villarreal que ha deslumbrado en este inicio de temporada. El camerunés, comparado ya con Samuel Eto’o por su potencia y olfato goleador, está en la agenda azulgrana desde hace meses.
Su cláusula de rescisión actual permite ficharlo por apenas 10 millones de euros, pero el 1 de septiembre la cifra aumentará. Por eso, en el Barça aceleran la negociación con la intención de cerrar el acuerdo inmediatamente.
El Valencia y el Betis soñaban con vestirlo de sus colores, pero han quedado fuera de la carrera. Ahora, Etta Eyong está cada vez más cerca del Camp Nou y podría convertirse en el fichaje sorpresa de última hora para reforzar el ataque.