La situación de Marc-André ter Stegen en el Barça se ha vuelto uno de los principales focos de atención en este inicio de pretemporada. El guardameta alemán continúa sin entrenarse con el grupo debido a un problema en la espalda. Esta lesión ha sido la excusa perfecta para mantenerse al margen, mientras el club presiona para buscarle una salida este verano.

Sin embargo, el portero no tiene intención de moverse. Pese a que el Barça ya ha dejado claro que no cuenta con él de cara a la nueva temporada, Ter Stegen sigue firme. Está cómodo en Barcelona, tiene contrato en vigor y no ve con buenos ojos abandonar el club en medio de este clima de tensión.
Una decisión médica que puede marcar su futuro
En los próximos días, Ter Stegen deberá tomar una decisión crucial para su futuro profesional. El problema en la espalda que arrastra podría obligarle a pasar por el quirófano. En caso de optar por la operación, el tiempo estimado sería de cuatro meses, lo que dificultaría enormemente cualquier tipo de traspaso este verano.
Desde la dirección deportiva se esperaba que el jugador, si no aceptaba una salida voluntaria, al menos colaborara en facilitar una solución. Pero si decide operarse, se blindará físicamente en el Barça y el club no podrá hacer nada para liberarse de su ficha durante varios meses. El dilema es complejo, y el entorno del jugador sigue estudiando todas las opciones.
Una cuestión de salario
La razón principal por la que el Barça quiere que Ter Stegen salga este verano no es solo deportiva, sino sobre todo económica. Su salario es uno de los más elevados de toda la plantilla, y el club considera que es inviable seguir manteniéndolo. Además, con la llegada de Joan García procedente del Espanyol, el Barça ya tiene definido al portero titular.
Joan García será el número uno esta temporada. El proyecto de Hansi Flick no contempla a Ter Stegen, y mantenerlo en el banquillo supondría un gasto innecesario. Liberar su ficha permitiría, además, inscribir nuevos fichajes y ajustar el límite salarial, algo fundamental en este mercado.
Un pulso que no tiene visos de acabar bien
Pese a la presión del club y las intenciones de la dirección deportiva, todo apunta a que Ter Stegen no se moverá. El alemán está molesto con el trato, especialmente con la falta de comunicación respecto a la llegada de Joan García y la decisión de apartarlo. Esa incomodidad ha derivado en una postura firme: no quiere salir del Barça, pase lo que pase.

La sensación en los despachos es que el pulso continuará. Incluso si no se opera, en el club creen que Ter Stegen resistirá hasta el final. Su contrato y su situación médica le dan margen, y mientras tanto, el mal ambiente crece en una posición tan delicada como la portería.