Durante meses, el nombre de Mohamed Salah ha sido uno de los más mencionados de cara al próximo mercado de fichajes. Entre ofertas millonarias desde Arabia Saudí, dudas sobre su continuidad y especulaciones constantes, el delantero egipcio parecía estar más fuera que dentro del Liverpool. Sin embargo, y tal y como el Liverpool hizo oficial a través de sus redes, finalmente seguirá en Anfield.
Según medios ingleses, el club presentó una oferta de renovación a última hora que Salah estuvo dispuesto a aceptar. Un contrato millonario que lo mantendría como uno de los jugadores mejor pagados de la Premier League y que tendría un impacto directo en los planes de varios clubes europeos. Como era de esperarse, entre estos clubes está el Barça, quien sigue trazando la hoja de ruta para el mercado que se avecina a finales del presente curso.
Se queda fuera del radar
La posible marcha de Salah había encendido las alarmas en el FC Barcelona. Y es que, si el egipcio hubiese dejado el Liverpool, Raphinha estaba en lo más alto de la lista de reemplazos. El brasileño, que ha firmado una temporada destacada con el conjunto culé, era uno de los objetivos prioritarios en Anfield.
Pero con la continuidad de Salah ya confirmada, esa amenaza se ha desvanecido por completo. En el Barça celebran el giro de los acontecimientos, ya que consideran a Raphinha intransferible salvo que llegue una oferta realmente fuera de mercado. Flick lo ve como una pieza fundamental para el futuro del equipo, y Laporta sabe que su continuidad refuerza la estabilidad del proyecto deportivo.
Quiere seguir creciendo en el Barça
Lejos de cualquier intención de marcharse, Raphinha ha dejado clara su voluntad de seguir en el Camp Nou. A pesar de haber recibido propuestas tentadoras tanto de Inglaterra como del fútbol saudí, el atacante brasileño está centrado en competir por los grandes títulos con el Barça.
Para Flick, su perfil es difícil de reemplazar: puede jugar en ambas bandas, aporta trabajo defensivo, creatividad en el último tercio y, sobre todo, gol. Evitar su salida no solo es un alivio desde lo deportivo, sino también desde lo económico. Más aún teniendo en cuenta las restricciones del fair play financiero que afronta el club.