La Masia vuelve a ser el pilar sobre el que se construye el futuro del FC Barcelona. Con Hansi Flick al frente, el club ha logrado recuperar la esencia formativa que tantos éxitos le ha dado en el pasado. Esta temporada, con el triplete nacional en el bolsillo, la apuesta por el talento joven ha sido uno de los grandes aciertos del proyecto.
Lamine Yamal, Fermín y Gavi han sido protagonistas indiscutibles en la campaña del Barça. Flick ha logrado crear una mezcla perfecta entre juventud y experiencia, reforzando un modelo que pone en el centro al jugador formado en casa. Esta visión estratégica ha devuelto la identidad al club.
Lamine y su cambio de look en el último entrenamiento | @FCBarcelona
Un movimiento clave para asegurar el futuro
Conscientes del valor incalculable de su cantera, la dirección deportiva se ha movido con rapidez. Primero fueron las renovaciones de Gavi y Fermín, ambas cerradas a principios de año. Luego llegó el turno de Lamine Yamal, quien ha renovado hasta 2030, pero el Barça no se detiene ahí.
En las oficinas del Camp Nou han cerrado otro movimiento clave: la renovación de Baba Kourouma. El joven central de solo 16 años ha extendido su vínculo con el club hasta 2028. Un blindaje estratégico que busca asegurar a una de las promesas más interesantes que ha salido de la cantera culé en los últimos años.
Fermín celebrando un gol | @FCBarcelona
Kourouma destaca por su potencia física, una gran capacidad para anticiparse y una salida de balón limpia y segura. Pese a su corta edad, ya ha dado muestras de una madurez competitiva que ha llamado la atención del cuerpo técnico de Flick. No es casualidad que el primer equipo ya lo tenga en el radar para futuras convocatorias.
Este tipo de movimientos reafirman la intención del Barça de seguir apostando por los suyos. En tiempos donde el mercado se mueve por cifras desorbitadas, asegurar talento propio es un paso inteligente y necesario para la sostenibilidad del proyecto.
Hansi Flick | @FCBarcelona
Deco lo ató a tiempo: rechazó al City
Lo más relevante de esta renovación es el contexto, Baba Kourouma no solo firmó por el Barça, sino que lo hizo rechazando ofertas de peso. Entre ellas, una propuesta formal del Manchester City. El equipo de Guardiola llevaba meses siguiendo al joven central y estaba dispuesto a ofrecerle un proyecto ambicioso lejos de Barcelona.
Sin embargo, el futbolista decidió quedarse. Su compromiso con La Masia y su voluntad de triunfar en el Barça han pesado más que cualquier promesa externa. En el club valoran este gesto como un símbolo de fidelidad, una actitud cada vez más escasa en el fútbol moderno.
El caso de Baba contrasta con el de su hermano mayor, Ilaix Moriba, quien optó por marcharse en busca de minutos y protagonismo. Esa experiencia parece haber servido como referencia. Baba ha elegido quedarse, crecer en casa y ganarse un sitio desde la humildad y el trabajo.
Joan Laporta y Deco celebran esta renovación como una victoria silenciosa, pero trascendental. Blindar a Kourouma es blindar el futuro del Barça. Y con jugadores como él, la cantera sigue demostrando que sigue muy viva y lista para asumir el protagonismo que merece.