El mercado de fichajes no deja de generar sorpresas para el Barça en este final de agosto. Cuando parecía que todo estaba cerrado, una noticia procedente de Manchester ha vuelto a alterar la calma. Pep Guardiola ha puesto en la rampa de salida a un futbolista que conoce muy bien el Camp Nou.
La situación es insólita: se trata de un jugador con pasado culé, que en su momento salió por la puerta de atrás. Ahora, con el mercado a punto de concluir, vuelve a sonar como posible refuerzo para Flick. Sin embargo, la respuesta del entrenador alemán no se ha hecho esperar, y no es precisamente alentadora.

Un ofrecimiento inesperado desde Manchester
El técnico del City ha comunicado al entorno del Barça que su futbolista no cuenta para la nueva temporada. El alemán considera que es momento de abrir espacio en su plantilla, apostando por incorporaciones más jóvenes. Entre ellas, destaca la llegada de Reijnders, que ha desplazado a varios pesos pesados en el vestuario inglés.
Guardiola esperaba que este movimiento despertara interés inmediato en Barcelona. Después de todo, se trata de un perfil con experiencia internacional y títulos a sus espaldas. Sin embargo, en la ciudad condal no olvidan cómo fue su salida apenas un año atrás.
El ofrecimiento ha llegado directamente a las oficinas de Laporta y Deco, que analizan la propuesta con cautela. Aunque el jugador sigue teniendo cartel en Europa, el recuerdo de su paso por el Barça pesa demasiado. Y Flick ha dejado claro que no se dejará llevar por impulsos en la planificación deportiva.

Flick corta cualquier esperanza
El entrenador alemán, cuestionado por la situación, respondió con contundencia en una comparecencia tras el entrenamiento matinal. Reconoció que conoce bien al jugador, su trayectoria y lo que puede aportar sobre el césped. Pero también señaló que, en este momento, su llegada no tendría ningún sentido para el proyecto.
Flick fue claro:
"Llega tarde. Cuando estuvo aquí, no supo consolidarse ni responder a la confianza del club".
Una declaración que refleja la firmeza con la que afronta la planificación y su confianza en los jóvenes. Para el técnico, dar un paso atrás en este proceso sería un error imperdonable.
Desde dentro del vestuario también se percibe que no existe un vacío en la posición que ocupa. Con Dani Olmo, Pedri, Fermín López o De Jong, Flick considera cubierta la medular. Y, en ese sentido, fichar a un veterano que ya pasó por la plantilla no entra en sus planes.
El recuerdo de una etapa gris
El paso de este futbolista por el Camp Nou dejó luces y sombras en una temporada marcada por la transición. Llegó como fichaje estrella y libre, con la etiqueta de líder experimentado en la medular culé. Sin embargo, su rendimiento quedó por debajo de las expectativas y nunca terminó de ganarse al aficionado.
La directiva optó por rescindir su contrato tras un año irregular, liberando masa salarial para otros movimientos. En ese momento, pocos lamentaron su salida, convencidos de que la plantilla ya tenía recambios más preparados. A nivel interno, se consideró que era una decisión lógica y necesaria para avanzar.
Ahora, el mismo jugador regresa a la palestra, ofrecido de nuevo por su actual entrenador en Inglaterra. Pero la situación deportiva del Barça es muy distinta: el proyecto de Flick está consolidado y apuesta por continuidad. El vestuario actual se sostiene en jóvenes que crecen a un ritmo vertiginoso y reclaman protagonismo.

El misterio, finalmente, se desvela, El futbolista descartado por Guardiola y ofrecido al Barça no es otro que İlkay Gündoğan. Tras regresar al City y no encontrar su lugar, vuelve a sonar en clave azulgrana. Pero esta vez, Flick ha zanjado cualquier posibilidad con un mensaje tajante: llega tarde y no entra en los planes.
La historia de Gündoğan con el Barça parece cerrada de manera definitiva. Lo que un día se presentó como una oportunidad única, ahora se percibe como un recuerdo incómodo. Y el club, lejos de abrirle la puerta, se mantiene fiel a su nueva filosofía: apostar por juventud y proyección.