El FC Barcelona inicia una nueva etapa con Hansi Flick al frente del primer equipo culé, y una de sus principales prioridades es recuperar la mejor versión de sus jugadores clave. La última temporada dejó claro que la falta de continuidad por lesiones fue uno de los grandes lastres del equipo, afectando tanto al rendimiento colectivo como a la estabilidad del vestuario. La dirección técnica es consciente de ello, y busca soluciones desde antes de que empiece la pretemporada.
En este contexto, hay dos nombres que destacan en las conversaciones internas del club: Dani Olmo y Ronald Araujo. Ambos futbolistas están llamados a ser piezas fundamentales en el proyecto de Flick, pero sus recientes temporadas han estado marcadas por constantes interrupciones físicas. Por eso, en los despachos existe una determinación firme: llegar al arranque de la temporada con ambos jugadores en plenitud y en óptimas condiciones físicas para asumir un rol protagonista.
El plan del club
Con ese objetivo, el Barça ha puesto en marcha un plan físico individualizado para ambos jugadores, diseñado específicamente para atender sus necesidades particulares. La iniciativa está liderada por Julio Tous, preparador físico de amplia trayectoria, y se desarrolla en coordinación con el cuerpo médico y técnico del club. La idea es anticiparse a los problemas, prevenir recaídas y maximizar la disponibilidad de dos futbolistas esenciales para el nuevo ciclo.
En el caso de Dani Olmo, el trabajo contempla fortalecimiento muscular, sesiones de recuperación guiadas, seguimiento del descanso y pautas nutricionales adaptadas a su perfil. Por su parte, con Ronald Araújo se ha llevado a cabo un análisis para identificar los grupos musculares que requieren especial atención. La metodología aplicada toma como referencia el caso de Pedri, quien logró estabilizar su condición física, por lo que la idea pasa por repetir ese modelo con estos dos jugadores.
Pilares para el Barça de Flick
En el cuerpo técnico consideran que Olmo puede ser determinante en el esquema ofensivo de Flick. Su capacidad para asociarse, generar desequilibrio y encontrar espacios entre líneas lo convierte en un recurso valioso, siempre que logre sostenerse físicamente. El gran desafío será alcanzar la regularidad necesaria para que su talento no se manifieste solo de forma intermitente, sino que tenga impacto real a lo largo de toda la temporada.
Araujo, por su parte, representa una pieza estructural en la zaga para el cuerpo técnico. Por eso, garantizar su estado físico no es solo una cuestión médica, sino una inversión estratégica en la estabilidad del equipo.