Un jugador de fútbol con el escudo del FC Barcelona de fondo sobre un diseño amarillo con rayos.

Lo último de Nico Williams y el Arsenal deja en shock al Barça: No hay marcha atrás...

El extremo del Athletic Club ya le ha comunicado su decisión a Arteta y en el Barça preparan una ofensiva

Tras varias temporadas de dudas e inestabilidad deportiva, el Barça ha recuperado su poder e influencia en el mercado de fichajes. La llegada de Hansi Flick ha transformado el discurso en el club catalán: juego ofensivo, protagonismo para los jóvenes y, sobre todo, títulos. El triplete nacional conquistado en la presente temporada ha sido una señal clara de que el Barça está de vuelta.

Eso no ha pasado desapercibido para varios jugadores importantes, más aún para aquellos que el verano pasado se habrían negado a llegar a las filas del FC Barcelona. Uno de ellos es Nico Williams, quien priorizó seguir en el Athletic Club y ahora se encuentra ante una situación completamente distinta. Consolidado como un de los extremos más desequilibrantes, su futuro se ha convertido en uno de los focos del mercado estival una vez más.

Nico toma una decisión

Pese a recibir una oferta muy atractiva del Arsenal de Mikel Arteta, Nico Williams ha decidido frenar cualquier negociación contra todo pronóstico. El motivo es claro: quiere esperar al Barça de Lamine Yamal y confía en que el club catalán moverá ficha, por lo que está dispuesto a darle una prioridad absoluta. El factor Flick ha sido determinante, pero también influye sus relaciones con algunos compañeros del Barça tanto dentro como fuera del campo.

Por ende, Nico Williams ha decidido aplazar decisiones que ya podrían estar cerradas y el entorno del jugador ha trasladado esta postura al club londinense. No es para menos: el Arsenal se había adelantado con una propuesta seria en lo económico y lo deportivo, pero Nico tiene claro que quiere vestir de azulgrana. Su estilo encajaría perfectamente en el sistema ofensivo culé, y ve una oportunidad real de consolidarse en el esquema del Barça.

Una cláusula asumible, pero con obstáculos

Desde el punto de vista contractual, la operación es viable. Su cláusula de rescisión ronda los 58 millones de euros, cifra razonable para un jugador joven y en pleno crecimiento. Sin embargo, el Barça aún debe maniobrar con cuidado: la situación financiera es frágil y cualquier inversión de esta magnitud exige generar ingresos con salidas de cierto peso.

El Athletic, mientras tanto, intenta retenerlo con una posible renovación, pero ya asume que su marcha es cuestión de tiempo. Nico quiere competir por títulos y dar un salto en su carrera. Y hoy por hoy, siente que ese salto pasa por Barcelona.