Lo que hace apenas unos meses parecía un posible regreso triunfal, hoy se convierte en un adiós anunciado. Ansu Fati, una de las grandes promesas de la cantera del Barça, ya no entra en los planes del club. El giro es absoluto, con Hansi Flick dejando claro que no cuenta con él para la próxima temporada.
El delantero de origen guineano ha intentado ganarse un hueco trabajando en solitario y recuperando su forma. Sin embargo, sus esfuerzos no han sido suficientes para convencer al nuevo técnico alemán. En Can Barça, la decisión está tomada: es el momento de cerrar una etapa.
Ansu Fati con el Barça | @FCBarcelona
Ansu Fati, de promesa a descarte obligado
Con contrato vigente hasta 2027 y un salario anual de 14 millones de euros, su salida es prioritaria. El Barça necesita aligerar masa salarial para poder inscribir nuevos fichajes y cumplir con el fair play financiero. Y Ansu representa uno de los casos más urgentes por resolver.
Pese a su cariño por el club, el jugador empieza a asumir que no tendrá minutos con Flick. Su protagonismo en el equipo ha desaparecido, y las oportunidades son cada vez más escasas. El cuerpo técnico ha sido claro: no habrá sitio para él en el nuevo proyecto.
El club busca una fórmula que permita su marcha sin comprometer la economía. La opción más avanzada en estos momentos es una cesión al Mónaco. El conjunto francés ha mostrado interés, pero hay diferencias económicas que bloquean el acuerdo.
Ansu Fati con el Barça | @ansufati
El principal obstáculo en las negociaciones es el salario que percibe el futbolista en el Barça. El club monegasco no está dispuesto a asumir los 14 millones íntegros, y propone una distribución del sueldo. El Barça, por su parte, exige que se haga cargo de la mayoría del coste.
Esa discrepancia ha frenado un acuerdo que parecía inminente hace unos días. Aun así, ambas partes siguen dialogando y buscan fórmulas para cerrar la operación antes de que acabe junio. En el entorno del jugador, la salida ya se da prácticamente por hecha.
Ansu ve con buenos ojos la opción del Mónaco, donde podría tener continuidad y escapar de la presión. Sabe que necesita jugar, recuperar sensaciones y relanzar su carrera lejos del foco mediático de Barcelona. Para el Barça, su marcha representa una decisión dolorosa, pero necesaria.
Ansu Fati con el Barça | @FCBarcelona
Si no es Mónaco, Arabia espera con los brazos abiertos
En caso de que las negociaciones con el Mónaco no lleguen a buen puerto, no todo está perdido para el Barça. Varios clubes de Arabia Saudí ya han mostrado su disposición a fichar a Ansu y asumir su elevado salario. Estas entidades buscan reforzarse con nombres reconocibles y estarían encantadas de contar con el ex ’10’ culé.
Desde el club, no se descarta ninguna opción y se estudian todas las vías para cerrar una salida rápida. Aunque la preferencia es Europa, las ofertas árabes podrían resultar clave si el tiempo apremia. La prioridad es liberar masa salarial cuanto antes.
Ansu Fati con el Barça | @FCBarcelona
Hansi Flick ha dado luz verde a la operación, centrado en configurar un equipo más compacto y competitivo. El técnico quiere jugadores disponibles al cien por cien física y mentalmente, y Ansu no cumple esos requisitos ahora. Por eso, el club prioriza su salida como parte del plan de ajuste económico.
En los despachos del Camp Nou se estudian otras posibles salidas para equilibrar el presupuesto. Pero la de Ansu Fati es de las que más peso tiene, tanto por sueldo como por impacto mediático. Liberar ese espacio permitiría dar entrada a fichajes como Nico Williams o nuevos refuerzos para la delantera.
Ansu Fati con el Barça | @FCBarcelona
Ansu Fati lo tenía todo para triunfar: talento, formación en La Masia y un dorsal de leyenda como el '10'. Sin embargo, las lesiones y la falta de confianza le han alejado de ese futuro brillante. Su salida parece inminente, marcando el fin de un ciclo lleno de promesas incumplidas.
El Barça se despide así de uno de los jugadores con mayor proyección de los últimos años. Lo hace con pesar, pero con la convicción de que es lo mejor para ambas partes. Y si no es Mónaco, será Arabia: el futuro de Ansu está lejos del Camp Nou.
