La Masía ha sido cuna de algunos de los mayores talentos de la historia del fútbol, y en los últimos años han salido Lamine Yamal y Ansu Fati. Ambos irrumpieron en el primer equipo a una edad muy temprana, deslumbrando con su desparpajo, calidad técnica y capacidad para marcar diferencias. Como en su día hicieron figuras como Lionel Messi, Xavi Hernández o Andrés Iniesta, estos dos jugadores representan la esencia del club.
Su aparición generó una expectación tremenda, no solo por su juventud, sino por la manera en la que asumieron responsabilidades en escenarios de alta exigencia. Tanto Lamine Yamal como Ansu llegaron para romper moldes, para ilusionar, para ser símbolos de una nueva generación que promete devolver al club al lugar que le corresponde en Europa.
Trayectorias opuestas
Sin embargo, sus caminos, aunque paralelos en origen, han tomado rumbos completamente diferentes. El caso de Ansu Fati es especialmente delicado. Tras una irrupción estelar que lo llevó incluso a heredar el dorsal ‘10’ tras la salida de Messi, su progresión se vio bruscamente interrumpida por una grave lesión de rodilla.
Desde entonces, el delantero no ha logrado recuperar su mejor nivel, ni física ni mentalmente. El club, que confió en él en su momento, no ha conseguido revitalizarlo, y ahora parece tener medio pie fuera del Barça.
Lamine Yamal, la piedra angular del Barça
Mientras Ansu intenta reencontrarse con su mejor versión, Lamine Yamal se ha consolidado como la piedra angular del nuevo Barça. Con apenas 17 años, el extremo ha dejado de ser una promesa para convertirse en la estrella indiscutible del equipo. Su desparpajo, capacidad para encarar, asistir y marcar, han llevado a muchos a considerarlo ya el mejor jugador del mundo en su edad.
Lamine representa la esperanza del barcelonismo. Es el faro que guía el proyecto deportivo de Hansi Flick, y su peso en el equipo es cada vez mayor. Su madurez futbolística y su ambición han sorprendido incluso a los más veteranos.
La polémica del ‘10'
En este sentido, la simbología del dorsal también entra en juego. Todo apunta a que, en cuanto se haga oficial la salida de Ansu Fati, Lamine Yamal heredará el mítico número 10. No obstante, durante sus vacaciones, el joven futbolista ha sido visto con una camiseta en la que lucía precisamente ese dorsal a la espalda, lo que ha desatado cierta polémica.
El detalle no habría sentado nada bien a Ansu Fati, quien todavía se encuentra en proceso de negociar su salida. Desde su entorno consideran que se trata de una falta de respeto, al no haberse resuelto aún su situación contractual. Aunque probablemente haya sido un gesto espontáneo, revela también el momento de cambio generacional en el Barça.