El Barça quiere renovar el contrato de Frenkie de Jong más allá del 2026. El centrocampista holandés, uno de los pilares del equipo, también ha expresado su voluntad de seguir en el club culé, donde se siente valorado y parte esencial del proyecto deportivo. La intención mutua existe, y desde la dirección deportiva ya se están dando los primeros pasos para sentarse a negociar una extensión que asegure su futuro en el conjunto azulgrana.
Ambas partes comparten el mismo deseo, que es continuar juntos. De Jong ha repetido en varias ocasiones que su sueño siempre ha sido triunfar en el Barça, y tras varios años y momentos irregulares, ahora está en su mejor momento.
Frenkie de Jong se ha ganado la titularidad a pulso
Lo cierto es que Frenkie se lo ha ganado en el campo. En los últimos meses, con Flick, el holandés ha vuelto a brillar. Ha recuperado esa capacidad para romper líneas, liderar transiciones y dominar el centro del campo con una mezcla de calidad técnica e inteligencia táctica que lo hace único.
El Barça actual no se entiende sin él, y por eso la directiva quiere dejar atada su continuidad cuanto antes. Sin embargo, el tiempo juega en contra del club. Si no logran renovar a De Jong este verano, el jugador entraría en el último año de su contrato, lo que abre la posibilidad de que se marche gratis en 2026.
El club duda por la gran oferta que tiene el holandés
Además, según ha informado el portal 'Madrid-Barcelona', el Al-Ittihad de Arabia Saudí ha puesto sobre la mesa una oferta descomunal para llevarse a De Jong. La propuesta incluiría un salario estratosférico, muy superior al que percibe actualmente en el Barça, lo que ha hecho que el jugador quiera tomarse las cosas con calma.
Esta oferta no solo añade presión al Barça, sino que también da a De Jong una carta poderosa en la negociación. Con la posibilidad real de asegurar su futuro económico de forma abrumadora en Arabia, el centrocampista se siente fuerte, y quiere que su renovación refleje su estatus actual.
La dicotomía del club
Desde el club, el debate interno es evidente. Quieren que Frenkie siga, porque es uno de los mejores jugadores de la plantilla y ha demostrado un compromiso incuestionable. Pero a la vez, su salario es de los más altos del vestuario, y dejarlo marchar ahora podría significar un alivio importante para las cuentas.
Además, ingresar una suma millonaria desde Arabia ayudaría a equilibrar la economía y permitiría afrontar otras operaciones. El Barça está, una vez más, entre el deseo deportivo y la necesidad económica. Y el futuro de De Jong se decidirá en los próximos meses en una mesa donde habrá mucho más que fútbol en juego.