En el mundo del fútbol juvenil, pocos nombres despiertan tanta expectativa como Andrés Cuenca. Con tan solo 17 años, este central zurdo cordobés ha logrado abrirse camino en el competitivo escenario del FC Barcelona.
Debutando en la Champions League frente al Young Boys. Sustituyendo a Iñigo en el minuto 83, Cuenca marcó un hito al ser uno de los talentos emergentes más prometedores de la cantera culé.
De Córdoba a La Masia
Andrés Cuenca comenzó su carrera en el Córdoba, donde su calidad y visión de juego rápidamente captaron la atención del Sevilla FC. Fue allí donde mostró su valía en torneos de prestigio como La Liga Promises, demostrando ser un defensor versátil, rápido y con una técnica privilegiada.
Su actuación en un torneo en Lloret de Mar convenció a los ojeadores del Barça de que estaban ante un talento especial. Así, Cuenca se unió a La Masia, consolidándose como una pieza clave en el esquema defensivo de sus equipos.
Lo que hace único a Cuenca no es solo su capacidad defensiva, sino su habilidad con el balón. Su precisión al distribuir pases que rompen líneas es uno de sus sellos distintivos.
Durante su etapa en el Infantil B del Barcelona, formó una sólida pareja defensiva con Cubarsí, dejando recuerdos imborrables en la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Esta combinación de habilidad técnica y lectura del juego lo convierte en un zaguero ideal para el estilo de juego del Barça, donde se prioriza la salida limpia desde el fondo.
Un inicio brillante en el primer equipo
La temporada pasada, Cuenca tuvo que enfrentar el desafío de las lesiones, pero ello no detuvo su progresión. Alternando entre el Juvenil A y el Barça Atlètic, sus actuaciones destacadas llamaron la atención de Albert Sánchez.
Quien lo hizo parte de cinco partidos en la Primera Federación. Esta experiencia fue crucial para su crecimiento, consolidándolo como una opción confiable en defensa. Su debut en la Champions League, bajo las órdenes de Hansi Flick, simboliza el reconocimiento a su esfuerzo y talento.
A pesar de su potencial, Cuenca es consciente de los retos que le esperan. En el fútbol de élite, los delanteros son más físicos y las exigencias tácticas son mayores.
Mejorar su juego aéreo y consolidarse como un defensor imbatible son objetivos en su desarrollo. Sin embargo, su confianza y el respaldo del cuerpo técnico sugieren que está preparado para superar estas barreras y brillar en los escenarios más exigentes.
La promesa de una generación dorada
La generación del 2007 de La Masia está llenando de orgullo a los seguidores blaugranas. Andrés Cuenca se une a nombres como Lamine, Cubarsí como representantes de una cantera que sigue nutriendo al primer equipo con talento de primer nivel. Su debut no es solo un logro personal, sino un reflejo del trabajo formativo que se realiza en La Masia.
Andrés Cuenca no solo es una promesa del fútbol, sino un ejemplo del impacto que puede tener la dedicación y el talento. Con una zurda que enamora y un futuro lleno de posibilidades, este joven está destinado a ser un pilar en la defensa del Barça durante los próximos años. Su debut en la Champions League es solo el principio de una carrera que promete ser espectacular.