El FC Barcelona busca desesperadamente cerrar varias ventas de jugadores en las próximas semanas. La prioridad es liberar margen salarial, ya que con el nuevo año, el club enfrenta un reto crucial. Inscribir a Dani Olmo en la plantilla, algo que hasta ahora no está ni mucho menos asegurado.
Para hacer espacio financiero, la directiva del Barça analiza las salidas de ciertos jugadores que no han logrado cumplir con las expectativas. Hansi Flick, el técnico alemán que asumió el liderazgo esta temporada, apostó por varios de ellos basándose en sus actuaciones durante la pretemporada.
Sin embargo, la realidad ha demostrado que “no es oro todo lo que reluce”. Algunos jugadores se han convertido en una carga para el equipo, al no mostrar el nivel que el técnico esperaba. Los casos de Pablo Torre, Ansu Fati y Ferran Torres son los más delicados y ya se trabaja para encontrarles nuevos destinos.
De Esperanza a Frustración
Uno de los casos más discutidos es el de Ansu Fati. Hansi Flick depositó una gran confianza en él, esperanzado en que el joven canterano lograra recuperar su explosivo rendimiento inicial y volviera a ser una pieza clave en el esquema ofensivo.
Pero los entrenamientos y los primeros partidos de la temporada hicieron evidente algo difícil de ignorar. Ansu Fati ya no tiene el nivel que el Barça necesita.
Las lesiones han sido uno de los mayores obstáculos en la carrera del delantero, quien heredó el emblemático dorsal “10” del club. Su progresión se ha visto gravemente afectada, y Flick, al parecer, ha perdido la paciencia.
A sus 22 años, el atacante no ha logrado retomar la confianza ni la regularidad que lo llevaron a ser considerado el sucesor de Messi. Estas dificultades lo han relegado al banquillo, quedando excluido de los onces iniciales en más de una ocasión.
Decisión Difícil
Flick ha transmitido su posición con claridad a Deco, el director deportivo del club. Según se comenta, la instrucción es buscarle un nuevo equipo para el mercado de invierno.
Aunque la salida de Ansu Fati no es una decisión fácil, el club entiende que la prioridad es construir un equipo competitivo y financieramente estable. La realidad es que mantener a Ansu en la plantilla significa mantener un gasto sin retorno, lo que va en contra de los objetivos de Flick y la junta directiva.
Deco ya ha iniciado los sondeos en el mercado de fichajes. La meta es obtener una buena suma que permita liberar fondos y espacio en el vestuario.
Aunque Ansu ha tenido una temporada complicada, sigue siendo un jugador con cierto interés en el mercado. El Barcelona espera cerrar un acuerdo que beneficie a ambas partes.