Desde la salida de Sergio Busquets, el FC Barcelona enfrenta serios problemas en una de las posiciones clave de su esquema táctico: la del pivote. Busquets, quien fue durante años el ancla del equipo, dejó un vacío difícil de llenar. Si bien parecía que la situación había sido solucionada, las lesiones y las alternativas improvisadas han hecho que esta sea una cuestión aun sin resolver.
Lesiones que complican el panorama
Uno de los jugadores llamados a tomar el relevo de Busquets era Bernal. Sin embargo, una grave lesión lo dejará fuera de los terrenos de juego por al menos un año. Esta baja supone un duro golpe para el equipo, ya que había mostrado un rendimiento prometedor en los partidos previos.
Además, otro jugador que podría haber ocupado esa posición de forma circunstancial es Gavi, pero él también ha tenido problemas físicos. Aunque se recupere pronto, su posición natural no es la de pivote. Forzar su adaptación podría restar potencial a su capacidad de creación y llegada desde el centro del campo.
Por otro lado, Frenkie de Jong, quien también ha desempeñado este rol en ciertas ocasiones, está lejos de su mejor nivel. Las lesiones han afectado su rendimiento, y sus continuas recaídas han impedido que el neerlandés alcance la regularidad que el Barça necesita en esa zona del campo.
Soluciones improvisadas
Ante este panorama desolador, Hansi Flick, entrenador del FC Barcelona, ha buscado soluciones donde menos se esperaba. Ha apostado por mover a jugadores de la línea defensiva, como Andreas Christensen y Eric García, a la posición de pivote.
Aunque estos futbolistas tienen características defensivas que podrían adaptarse a la función, ambos tienen limitaciones evidentes cuando se trata de cubrir un campo tan amplio. Además de manejar la presión de los equipos rivales en salida de balón.
Para aumentar los problemas, Christensen también ha caído lesionado, dejando aún menos opciones para un equipo que ya está limitado en cuanto a personal en esa zona.
Un mercado lleno de incertidumbres
Fabrizio Romano ha revelado una noticia que podría abrir una ventana de oportunidad para el Barça. El francés Paul Pogba, considerado uno de los mejores pivotes del mundo después de Busquets, está a punto de rescindir su contrato con la Juventus.
Pogba ha estado fuera de los terrenos de juego desde la temporada pasada, tras una sanción por dopaje que, inicialmente, lo apartaba por cuatro años. Sin embargo, esa sanción se ha reducido a 18 meses, lo que permitiría su regreso en marzo.
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¿Una oportunidad viable?
Si bien Pogba ha sido un centrocampista excepcional, la realidad es que ha estado lejos de su mejor forma en los últimos años, tanto por lesiones como por su reciente sanción. Aun así, la posibilidad de ficharlo a coste cero podría ser una tentación para el Barça, que actualmente atraviesa problemas financieros.
Sin embargo, aunque el fichaje de Pogba no implicaría un costo de traspaso, el club tendría que ajustar sus cuentas para poder incluir su salario dentro del límite salarial. Algo nada fácil, teniendo en cuenta que jugadores como Christensen aún no han sido inscritos. Se especula que para abrir espacio en la masa salarial, algunas salidas serían necesarias, con Ansu Fati como el principal candidato a abandonar el club.
El debate continúa
El Barça se encuentra en una encrucijada. Las lesiones, la falta de un recambio natural para el puesto de pivote y las limitaciones económicas complican aún más la situación. El fichaje de Pogba, aunque arriesgado, podría ser una solución a medio plazo, pero con muchas incógnitas sobre su estado físico y su capacidad para volver a rendir al máximo nivel.
Por lo tanto, el debate sigue abierto. ¿Debería el Barça confiar en una recuperación milagrosa de sus jugadores o apostar por una opción externa como Pogba?