El culebrón de Nico Williams ha llegado a su fin por segundo verano consecutivo, y no precisamente con un final feliz para el Barça. El extremo del Athletic Club ha decidido renovar su contrato hasta 2035, dejando en la estacada al conjunto blaugrana una vez más.

El anuncio oficial se ha producido, y ha sido recibido con entusiasmo por parte de la afición bilbaína. En cambio, en Can Barça, el sabor es amargo. Las expectativas estaban altas, y parecía que esta vez sí habría fumata blanca.
La cláusula que rompió el acuerdo
La ruptura no ha sido por falta de interés del jugador o del club. Todo apuntaba a que las negociaciones estaban avanzadas, pero un punto de fricción fue definitivo. Según apuntan, el representante de Nico exigía incluir una cláusula de liberación que permitiera al jugador marcharse en caso de que el Barça no pudiera inscribirlo antes del cierre del mercado.
Esta condición fue vista con recelo por parte de la dirección deportiva azulgrana. En medio de sus ya conocidos problemas con el fair play financiero, aceptar una cláusula de ese tipo hubiera sido admitir que no hay garantías reales de inscribirlo. Además, se trataba de una vía de escape que debilitaba la posición del Barça en una futura negociación.
Dumfries aparece en el radar
Mientras el sueño de Nico se desvanecía, el mercado no se detiene. Según ha adelantado Fabrizio Romano, el Barça ha empezado a mover ficha en otra dirección. En las últimas horas ha cobrado fuerza el nombre de Dumfries, el lateral neerlandés del Inter de Milán.
Dumfries, internacional con Países Bajos, es conocido por su potencia física, su despliegue ofensivo y su capacidad para incorporarse al ataque. Su estilo encajaría perfectamente en el sistema de Hansi Flick, quien ya ha dado el visto bueno a la operación. Aunque todavía no hay una oferta formal, el interés es real y el Barça ya ha empezado a estudiar las condiciones del fichaje.
Un precio asumible para una posición clave
Según apunta el periodista, el traspaso de Dumfries podría cerrarse por una cifra cercana a los 25 millones de euros. Una cantidad considerable pero dentro de los parámetros que el club considera asumibles, especialmente si logran liberar masa salarial con algunas salidas pendientes.
La llegada de Dumfries permitiría a Koundé tener descanso. La decisión no está tomada, pero en las oficinas del Camp Nou ya se baraja seriamente como una alternativa tangible tras la negativa de Nico.