La cantera del Barça destaca por encontrar y formar talentos técnicos, especialistas en el juego de posición. Que también aparezcan bandas letales al espacio forma una combinación perfecta, en la que los primeros lanzan a los segundos por los carriles. En estos momentos, el jugador más rápido de La Masia es Samakou Nomoko, extremo nacido en Malí en 2008.
En su equipo, el Cadete A, se le conoce como 'Sama', y es un imprescindible para su entrenador Arnau Blanco. En lo que va de temporada, ha aportado al conjunto 10 goles y 8 asistencias, unos números más que destacables.
Cinco contribuciones de gol en 24 horas
Está completando partidos de mucho nivel durante todo el curso, pero el pasado fin de semana alcanzó su clímax en dos geniales partidos. El sábado, el Cadete A recibía al San Cugat, tercero en la tabla clasificatoria. Los del Vallès Occidental salieron valientes, con la presión y la línea defensiva adelantadas.
Para Nomoko, este fue el planteamiento perfecto. Percutió una y otra vez aprovechando los espacios abiertos, y terminó con dos goles y dos asistencias en su mejor partido de la temporada. El Barça endosó un 'set en blanco': 6-0.
Al día siguiente, un Juvenil B plagado de bajas le ofreció la oportunidad de disputar su segundo encuentro a las órdenes de Pol Planas. Fue ante el Cornellà, y contó con casi media hora para volver a hacer gala de su potencia e inteligencia. En el último minuto, un remate suyo quitó las telarañas de la portería visitante para poner el 3-2 definitivo.
Velocidad y carácter
'Sama' es diferencial gracias a su velocidad, pero no es esta su única virtud. Gracias a ocho años de formación en el fútbol base del Barça, tiene un juego mucho más pulido. Progresivamente ha ido mejorando su técnica y su entendimiento del juego, algo que se observa en sus cifras de asistencias.
En su desarrollo, ha sido fundamental su brutal carácter competitivo. Según cuenta en La Masia, podía acabar llorando incluso tras perder en partidillos de entrenamiento. Para sus entrenadores, esto es una bendición que le ha hecho querer mejorar siempre.
Además, tiene claras sus limitaciones y conoce que no es un regateador nato. Se centra en lo que mejor sabe hacer: dar amplitud y buscar la profundidad una y otra vez. En su carrera ha ejercido también como delantero centro, de ahí la buena capacidad para finalizar que todavía atesora.