El FC Barcelona ha dado un vuelco a su estrategia en el mercado estival y ha cerrado dos puertas importantes. Ni Luis Díaz ni Marcus Rashford vestirán la camiseta azulgrana la próxima temporada, a pesar del interés mostrado durante semanas. La razón principal es económica, aunque también pesa el perfil táctico que busca Hansi Flick.
Ambos jugadores figuraban en la lista de deseos del club desde el pasado invierno, con informes positivos desde la dirección deportiva. No obstante, las condiciones impuestas por Liverpool y Manchester United han complicado cualquier opción real. Joan Laporta, consciente de las restricciones financieras, ha decidido cambiar el foco hacia una operación más asequible y viable.

El Barça prioriza equilibrio financiero sin renunciar a talento
Luis Díaz era una opción atractiva por su desborde, verticalidad y experiencia en escenarios exigentes. Sin embargo, los 80 millones que pedía el Liverpool hacían inviable cualquier intento real de negociación. El club necesita ser más cauto con sus inversiones para cumplir con las exigencias de LaLiga y su plan de viabilidad.
En el caso de Marcus Rashford, la situación fue diferente. El Manchester United no aceptaba una cesión sin opción de recompra, algo que el Barça no contempla. Además, Hansi Flick consideraba que su perfil no encajaba completamente con lo que necesita el equipo en fase ofensiva.

El técnico alemán ha solicitado extremos más desequilibrantes, veloces y capaces de jugar abiertos sin perder capacidad de asociación. Para Flick, el reto es complementar el tridente con perfiles distintos al de Robert Lewandowski, a quien quiere proteger. Por eso, el club busca un jugador que pueda jugar tanto pegado a banda como atacando el área.
Con Nico Williams ya fichado, el Barça quiere sumar una alternativa sólida que dé profundidad y soluciones desde el banquillo. La dirección deportiva cree que la competencia interna elevará el nivel general del equipo. El objetivo es sumar calidad sin hipotecar el futuro del club ni bloquear el crecimiento de jóvenes.

Contacto con el Chelsea, pero la sorpresa viene de Múnich
En este contexto, el Barça volvió a fijarse en la Premier League, esta vez apuntando directamente al Chelsea. El club inglés se había interesado por un delantero del Bayern que iba a llegar cedido. Joan Laporta, junto a Deco, vio la oportunidad perfecta para intervenir y adelantarse en el último momento.
El jugador encajaba en todos los aspectos: experiencia internacional, habilidad para romper líneas y un precio dentro de lo asumible. Aunque el Chelsea tenía las negociaciones avanzadas, el Barça logró reactivar su interés gracias a la insistencia del propio Flick. El técnico mantiene una excelente relación con el jugador y ha sido clave en el acercamiento.

Desde el seno del club explican que esta maniobra responde a una necesidad concreta del cuerpo técnico. Se necesita un perfil ofensivo con desborde, inteligencia táctica y capacidad de adaptación inmediata al ritmo del Camp Nou. Todo esto lo han encontrado en un jugador que ya conoce perfectamente la exigencia del más alto nivel.
El Barça considera que esta operación puede cerrarse sin grandes riesgos económicos. El precio de traspaso sería razonable y la ficha no rompería el equilibrio salarial del vestuario. Además, al tratarse de un jugador maduro, no supone un freno para el crecimiento de jóvenes como Lamine Yamal.

Coman, la pieza que completa el ataque
El fichaje inminente no es otro que Kingsley Coman, extremo zurdo de 28 años con contrato en el Bayern de Múnich. El futbolista francés, que estaba a punto de salir cedido al Chelsea, ha sido convencido por el proyecto culé. Hansi Flick ha jugado un papel decisivo, ya que lo dirigió con éxito en su etapa bávara.
Coman gusta mucho a la dirección deportiva por su experiencia, desborde y madurez táctica. Además, su precio es inferior al de otros objetivos, con un valor de mercado cercano a los 20 millones de euros. El Barça ve en él la pieza ideal para completar su ataque sin comprometer su estabilidad financiera.
Joan Laporta ha respaldado la operación como parte de una política de fichajes más racional y sostenida. Deco ha liderado los contactos con el Bayern y todo apunta a que el anuncio oficial podría llegar en días. Si nada se tuerce, Kingsley Coman vestirá la camiseta azulgrana la próxima temporada.