El Barça ha decidido reforzar el ataque este verano con un nuevo extremo izquierdo que complemente a Raphinha. En los despachos del club, el nombre que inicialmente más convencía era el de Luis Díaz. El colombiano del Liverpool era la prioridad tanto por Deco como por Flick.

Luis Díaz encajaba a la perfección en el perfil que busca el Barça, con experiencia en la élite, desequilibrio constante y capacidad de decidir partidos. Sin embargo, el alto coste de la operación y la firmeza del Liverpool a no negociar por debajo de cifras astronómicas han obligado al club blaugrana a explorar otras opciones.
Nico Williams se ofrece y cambia los planes
Fue entonces cuando un giro inesperado sacudió los planes de la dirección deportiva. Nico Williams se ofreció a través de su agente, quien solicitó una reunión con Deco durante la pasada temporada. Este movimiento despertó un fuerte interés en la cúpula blaugrana, especialmente en Joan Laporta, que quedó impresionado por la predisposición del jugador.

La actitud de Nico y su deseo de vestir la camiseta del Barça han cambiado el enfoque del club. Laporta, que busca devolver la ilusión a la afición con incorporaciones mediáticas, ha pasado a considerar a Nico como su nueva gran obsesión.
Laporta sueña con juntar a Nico y Lamine Yamal
Además, hay un componente emocional que Laporta no quiere desaprovechar. Nico Williams y Lamine Yamal, compañeros en la Selección Española, mantienen una gran amistad y química dentro y fuera del campo. El presidente visualiza un Barça con ambos extremos dominando las bandas, aportando electricidad, talento y espectáculo durante la próxima década.
El tándem Nico-Lamine sería uno de los más prometedores del fútbol, y Laporta quiere que el Camp Nou vuelva a vibrar con jugadores que conecten emocionalmente con la grada como ellos.
Araujo, la clave para liberar espacio salarial
Sin embargo, para poder ejecutar cualquier fichaje, el Barça necesita volver a la norma 1:1 del Fair Play financiero. Esto significa que debe ingresar una cantidad importante de dinero que le permita inscribir nuevos contratos sin restricciones. En este sentido, la dirección del club ha señalado a Ronald Araujo como la pieza clave para facilitar este objetivo.

El central uruguayo, con un gran mercado internacional, podría dejar entre 50 y 60 millones en las arcas culés. Aunque su salida sería dolorosa, en el club se valora su traspaso como la solución más viable para abordar el fichaje de Nico Williams.