Marc-André ter Stegen ha provocado un incendio inesperado en la dirección deportiva del FC Barcelona esta misma semana. El portero alemán se ha negado a firmar un documento médico necesario para activar una operación financiera. Su decisión complica seriamente la planificación de fichas e inscripciones de cara al inicio de temporada.
La situación tiene que ver con la baja de larga duración que arrastra desde su operación de espalda en noviembre. El club pretendía liberar el 80 % de su ficha para inscribir a Joan García sin necesidad de vender. Para ello, necesitaba que LaLiga validara oficialmente el alcance de la lesión con un informe médico completo.
Ese informe estaba preparado y listo para ser enviado, pero Ter Stegen no quiso firmar el consentimiento requerido. Según fuentes cercanas al jugador, su negativa responde a una cuestión de privacidad y protección de datos. Aunque legalmente está en su derecho, el club considera que incumple obligaciones contractuales.
Los servicios jurídicos del Barça ya trabajan en el expediente disciplinario que podría derivar en una sanción económica. La decisión final dependerá de lo que determine el equipo legal y, posteriormente, la validación de la junta directiva. La tensión con el alemán es real y nadie en el club lo esconde ya.

Un precedente reciente y una operación bloqueada
No es la primera vez que el Barça se enfrenta a un caso así con el reglamento de LaLiga. El verano pasado se utilizó la lesión de Andreas Christensen para inscribir a Dani Olmo sin vender jugadores. En aquella ocasión, el central firmó sin problemas y todo se resolvió con agilidad.
Ahora, la negativa de Ter Stegen ha impedido que se active la misma fórmula con Joan García, quien sigue sin ficha. El cuerpo técnico considera que su inscripción es urgente ante la falta de efectivos en la portería. Pero la operación depende exclusivamente del informe médico que LaLiga aún no ha recibido.

Desde el club lamentan que la postura del jugador esté dificultando una solución interna tan sencilla y pactada. Flick también ha sido informado de la situación y, aunque no ha hecho declaraciones, no oculta su malestar. La directiva valora todas las opciones para poder desbloquear esta parálisis cuanto antes.
En los despachos se barajan escenarios alternativos, como dar salida a Iñaki Peña o buscar fórmulas con otros contratos. Pero ninguna de ellas tiene el impacto inmediato que permitiría la liberación del salario del alemán por baja médica. Por eso, la negativa del jugador ha generado tanto malestar.

Consecuencias contractuales y posible sanción
Ter Stegen no está lesionado actualmente, pero el club considera que su recuperación no ha sido completa aún. Sin la validación médica de LaLiga, no pueden computar su ausencia como una baja oficial de larga duración. Por tanto, no hay forma legal de registrar a su sustituto sin sacrificar otra ficha o venta.
El Barça insiste en que se trata de una situación técnica, no personal, y espera que el jugador reconsidere su postura. Si no lo hace, se aplicarán las cláusulas correspondientes por incumplimiento de ciertas obligaciones contractuales. La idea es actuar de forma firme, pero sin generar un conflicto mayor con el futbolista.

Internamente, algunos directivos creen que Ter Stegen está enviando un mensaje claro sobre su futuro en el club. A pesar de tener contrato hasta 2028, su liderazgo ha perdido peso en el vestuario durante los últimos meses. Y esta decisión solo aumenta las dudas sobre su nivel de compromiso con el proyecto.
Por ahora, todo sigue bloqueado, y Joan García sigue esperando una solución mientras Ter Stegen mantiene su postura. La tensión ha subido un escalón y el expediente ya está en marcha con todos los escenarios abiertos. El problema no es deportivo, pero puede acabar afectando directamente al terreno de juego.