Joan Laporta lo tiene claro con Nico Williams, que es el fichaje estrella que quiere cerrar este verano. Nico no solo representa desequilibrio y velocidad en el campo, sino una nueva era. Laporta lo percibe como un golpe de efecto mediático, una jugada maestra que revitalizaría la imagen del club a nivel global.

Además, sería otra piedra para seguir construyendo un Barça joven, ambicioso y con proyección para dominar Europa durante una década. En esa visión, Nico y Lamine Yamal serían los estandartes de un proyecto basado en juventud, velocidad y talento puro. Dos extremos verticales, capaces de dinamitar defensas con su uno contra uno y de emocionar al público culé con cada regate, cada asistencia, cada gol.
Una nueva columna vertebral para la próxima década
Nico se sumaría a la nueva generación del Barça, que cuenta con otras joyas que se han ganado un lugar en el once titular. Pedri, Pau Cubarsí, Alejandro Balde o Fermín, entre otros, forman un equipo muy prometedor.
Con estos nombres, el club no solo garantiza una base joven, sino una identidad. Futbolistas formados o consolidados en casa, con ADN Barça, capaces de devolver al Barça a la élite.
La salida de Araujo, clave para fichar a Nico
Pero para soñar en grande, también hay que tomar decisiones difíciles. Según informa El Nacional, el club tiene claro que Ronald Araujo es la salida que el club debe hacer. El central uruguayo tiene un gran cartel en Europa, especialmente en la Premier League y en Alemania, y su venta podría dejar 50 millones.

Laporta, consciente de la difícil situación económica del club, ve en Araujo la oportunidad de hacer una venta que duela poco en lo emocional, pero que rinda mucho en lo financiero. No es que Araujo no sea importante, pero si el objetivo es armar un ataque temible con Nico y Lamine, alguien debe salir. Y entre los jóvenes que vienen apretando y la necesidad de liquidez, el uruguayo aparece como la pieza sacrificable.
Un sacrificio necesario para construir
La decisión no será fácil, pero Laporta tiene claro que si se quiere construir un Barça competitivo y joven, hay que apostar. Nico Williams es esa apuesta y Araujo, la ficha que hay que mover.