Pablo Torre sigue siendo uno de los grandes talentos del fútbol español, con 21 años, el joven mediapunta cántabro no ha terminado de consolidarse en el primer equipo del FC Barcelona. En los despachos del club catalán ya se contempla seriamente su salida en el próximo mercado de verano. El overbooking en su posición y la apuesta por otros perfiles hacen muy difícil que tenga hueco en el proyecto 2025-2026.
El futbolista, que ha vivido una campaña de altibajos durante su cesión en el Girona FC, tiene varias opciones sobre la mesa. El regreso al Real Racing Club de Santander está condicionado al ascenso del equipo montañés a Primera División, mientras que una continuidad en Girona dependería de varios factores deportivos y económicos. Aunque esas alternativas siguen presentes, ahora emerge un nuevo candidato que ha ganado fuerza en las últimas semanas.
Se trata del RCD Mallorca, club que ya ha planificado su siguiente curso con Jagoba Arrasate al mando. El nuevo técnico bermellón habría solicitado un perfil creativo en la media punta, y Pablo Torre encajaría perfectamente en su idea de juego. Según diversas fuentes del club, la dirección deportiva del conjunto balear ya se habría puesto en contacto con el entorno del futbolista para valorar su situación y tantear una posible cesión.
Flick le abre la puerta de salida
En el entorno del jugador, valoran muy positivamente la opción del RCD Mallorca. Se considera que Pablo Torre podría encontrar en Son Moix el protagonismo que no ha tenido hasta ahora, dentro de un equipo que buscará ser protagonista con un fútbol propositivo. Además, la presencia de un entrenador como Arrasate, conocido por su capacidad para potenciar a jóvenes talentos, también suma puntos a la propuesta.
El Barça, por su parte, no vería con malos ojos una cesión a un club donde el futbolista tenga minutos de calidad y continuidad. A día de hoy, la idea en Can Barça no es desprenderse del jugador en propiedad, sino seguir apostando por su proyección en entornos competitivos. La fórmula más viable sería una cesión sin opción de compra, con seguimiento continuo por parte de la secretaría técnica culé.
Una cesión a la vista
Pablo Torre llegó al FC Barcelona procedente del Racing a cambio de 5 millones de euros fijos más variables, y en su día fue considerado una de las grandes apuestas. Sin embargo, la falta de oportunidades y la feroz competencia en el primer equipo han ralentizado su progresión, obligando al club a estudiar nuevas vías para no frenar su crecimiento.
Con el mercado de fichajes acercándose, el nombre de Pablo Torre volverá a estar en boca de muchos. Mallorca, Girona y Racing de Santander pujan por un talento que aún tiene mucho por decir en el fútbol español. Todo apunta a que su futuro se definirá una vez finalice la temporada, y que la decisión se tomará en conjunto entre el jugador, su entorno y el FC Barcelona.
La intención es clara: encontrar el contexto ideal donde pueda explotar sus condiciones y demostrar que está preparado para triunfar en la élite. En Mallorca creen que ese lugar puede ser Son Moix. Y Pablo Torre empieza a pensar lo mismo.