El extremo ha optado por renovar con el Athletic Club hasta 2035, blindándose con un contrato que incluye un sueldo estratosférico. El club catalán, que le había priorizado por delante de otras opciones, ha recibido la noticia como una auténtica traición.
Nico había trasladado su deseo de vestir de blaugrana, lo que provocó que se aparcaran negociaciones con otros perfiles. Hansi Flick ya lo esperaba como uno de los refuerzos clave para su nuevo tridente ofensivo. Sin embargo, el entorno del jugador ha jugado con los tiempos y el Barça ha perdido la partida.
La indignación en la cúpula deportiva es clara: se invirtieron recursos, tiempo y confianza en cerrar su fichaje. Finalmente, su compromiso ha quedado en palabras vacías. En el vestuario, figuras como Raphinha o Lewandowski tampoco entienden su actitud y creen que no habría encajado en la dinámica del grupo.

El Barça no se queda de brazos cruzados
Ante esta traición, el FC Barcelona no ha tardado en mover ficha. La dirección deportiva, lejos de lamentarse, ha acelerado una operación que llevaba meses trabajándose en silencio. El nuevo fichaje es joven, talentoso, mucho más barato y con proyección de superestrella.
El club ha aprovechado los contactos previos y la disponibilidad del jugador para cerrar su llegada en cuestión de días. Se trata de un atacante zurdo, rápido, con desborde y gran personalidad en el uno contra uno. Justo el perfil que Flick había descrito como ideal para acompañar a Lamine Yamal.
La operación se ha concretado por una cifra simbólica en el contexto del mercado actual. Además, su salario no condiciona la estructura del vestuario y deja margen para reforzar otras posiciones estratégicas. Una respuesta firme y eficaz tras la decepción sufrida con Nico.

Un perfil perfecto para el proyecto de Flick
Este nuevo jugador llega para competir desde ya por minutos en banda derecha, alternando con Lamine y Raphinha. A diferencia de Nico Williams, su estilo se adapta mejor al juego interior de Yamal, algo que el propio Lamine había trasladado internamente. De hecho, Flick había mostrado reservas sobre el encaje táctico del jugador del Athletic.
El nuevo fichaje es más asociativo, con mayor facilidad para combinar y entender los tiempos ofensivos. Su polivalencia también le permite ocupar otras zonas del ataque, algo que Flick valora especialmente en su sistema dinámico. Y lo más importante: llega con hambre, sin exigencias previas y con plena ilusión por triunfar en el Barça.
Laporta, Deco y el propio entrenador consideran que este movimiento es incluso más beneficioso que el fichaje de Nico. No solo por el coste, sino por el perfil humano y competitivo que aporta al grupo. Y sobre todo, porque su fichaje envía un mensaje: nadie es imprescindible, y el Barça no se suplica a nadie.

Un fichaje que ilusiona a toda Europa
Su nombre lleva meses sonando entre los grandes clubes del continente. Ha brillado tanto en su selección como en competiciones internacionales, y varios equipos de la Premier y el Real Madrid habían preguntado por él. Pero ha elegido el Camp Nou, seducido por el proyecto de Flick y por la oportunidad de jugar junto a la nueva generación culé.
El fichaje será oficial en las próximas horas. Firma hasta 2031 y se incorporará inmediatamente a la dinámica del primer equipo. Desde el club se asegura que será una de las grandes sorpresas del curso y que su impacto se notará desde el primer minuto.
Sí, el Barça ha perdido a Nico Williams. Pero ha ganado algo mejor: Roony Bardghji, el nuevo diamante azulgrana. Y esta vez, lo ha conseguido sin promesas incumplidas ni subastas millonarias.
