El FC Barcelona ha activado un nuevo escenario en su planificación deportiva que no ha dejado indiferente a nadie. En las últimas horas, el club ha comenzado a escuchar ofertas por un jugador muy valorado en el primer equipo. La decisión se enmarca en una estrategia clara impulsada por Deco, con un objetivo prioritario en mente.
Tras años de ajustes financieros, el Barça no contempla grandes salidas sin una justificación sólida. Pero este movimiento en particular está directamente vinculado a una operación mayor. Para cerrar una incorporación clave, el club podría sacrificar a un futbolista que, hasta ahora, era considerado parte fundamental del proyecto.
Desde dentro de la entidad azulgrana, se insiste en que no se trata de una venta obligada, pero sí asumible si llega una propuesta importante. La dirección deportiva tiene claro que hay que tomar decisiones difíciles si se quiere competir al máximo nivel. Y Deco, como principal responsable del área, ya ha puesto una cifra sobre la mesa.

Una venta estratégica para facilitar la gran apuesta del verano
El director deportivo del Barça ha sido uno de los grandes impulsores del cambio de rumbo este verano. Tras cerrar la incorporación de Joan García por 25 millones, trabaja para concretar su siguiente gran operación: fichar a Nico Williams. El extremo del Athletic Club es un deseo prioritario y su cláusula asciende a 58 millones de euros.
Aunque el coste del traspaso es asumible, el problema reside en su inscripción por parte de LaLiga. El control financiero exige liberar masa salarial y, en ese contexto, una venta potente puede desbloquearlo todo. La operación no es solo una cuestión de dinero, sino de equilibrio institucional.

Deco tiene claro que el nuevo fichaje debe llegar acompañado de una salida meditada. No quiere desmantelar el bloque joven, pero sí contempla ajustar piezas si es necesario. La prioridad es dotar a Hansi Flick de una plantilla equilibrada, sin comprometer la estabilidad financiera del club.
Con varios nombres en la lista de posibles transferencias, la dirección deportiva ha priorizado uno en concreto. Su rendimiento ha sido positivo, pero su salida generaría un impacto económico inmediato. Y además, permitiría dar entrada directa a un jugador del perfil que Flick reclama.

El precio ya está fijado, y no es negociable
Internamente, el Barça ya ha definido el precio de salida para esta operación: 60 millones de euros. Esa es la cifra que permitirá al club inscribir sin problemas a Nico Williams y mantener el resto de fichajes en regla. No se descartan negociaciones por variables, pero la postura del club es clara: no habrá rebajas.
Aunque otros jugadores como Christensen o Pau Víctor también podrían salir, este caso en particular representa una decisión de mayor peso. No es una venta urgente, pero sí estratégica. Y desde el entorno del futbolista, ya se han empezado a valorar diferentes escenarios para el futuro inmediato.

Flick ha mostrado su aprecio por el jugador en cuestión y, en principio, contaba con él para la temporada, también entiende la necesidad de priorizar recursos. La competencia interna será alta y hay posiciones donde el reparto de minutos será limitado. La decisión final dependerá de si llega o no una oferta en firme.
Deco, por su parte, mantiene la hoja de ruta, Quiere cerrar el fichaje de Nico Williams en las próximas semanas y asegurarse de que su llegada no compromete la planificación general. Para ello, necesita liberar espacio. Y el jugador elegido para hacerlo ya está señalado.

Fermín López, el sacrificado
El nombre que estaba en el centro de todo este movimiento es Fermín López. El centrocampista andaluz, una de las revelaciones de la pasada temporada, ha sido valorado en 60 millones por el Barça. Aunque no se contempla como una venta prioritaria, sí se considera viable si llega la oferta adecuada.
Fermín ha demostrado personalidad, capacidad goleadora y un perfil único en la medular. Sin embargo, la llegada de nuevos fichajes y la necesidad de equilibrar cuentas han reabierto el debate sobre su continuidad. Deco lo valora, pero tiene claro que Nico Williams es ahora el objetivo número uno.

Si algún club —posiblemente de la Premier o LaLiga— se decide a igualar esa cifra, el Barça dará luz verde. Mientras tanto, Fermín sigue entrenando con normalidad, consciente de que su nombre ya forma parte de los grandes movimientos de este mercado de verano.