El Barça inicia la temporada con varios frentes abiertos en su plantilla, y la defensa es uno de los puntos donde más ajustes pueden producirse. La sólida pareja de centrales formada el curso pasado por Pau Cubarsí e Íñigo Martínez dio estabilidad al equipo en los momentos clave. Pero la planificación para la campaña actual ha cambiado.
Hansi Flick quiere mantener un bloque fiable atrás, pero adaptándolo a las nuevas circunstancias del vestuario. Una de esas circunstancias es la inminente salida de Íñigo Martínez, que tiene todo cerrado para firmar por el Al Nassr de Arabia Saudí. El central vasco, pieza importante el año anterior, dejará un hueco que obligará a Flick a redefinir su once inicial.
Con Cubarsí como titular indiscutible por su rendimiento y proyección, la atención se centra ahora en quién será su acompañante habitual en el eje de la zaga azulgrana.
Listo para recuperar protagonismo
En esa pelea aparece Ronald Araújo como principal candidato. El uruguayo quiere dejar atrás una temporada en la que perdió protagonismo, viendo cómo Íñigo Martínez se imponía en los encuentros más importantes. Con la marcha del veterano defensor, Araújo ve la oportunidad perfecta para volver a ser titular y consolidarse como socio de Cubarsí.
Llega a esta pretemporada con energía renovada y la ambición de recuperar su estatus en el equipo. Flick valora la velocidad, el carácter competitivo y la capacidad de anticipación de Araújo, cualidades que encajan con su idea de juego. No obstante, la competencia sigue siendo alta.
Andreas Christensen y Eric García también han mostrado un nivel destacado durante la gira asiática, lo que obligará al uruguayo a mantener un rendimiento constante si quiere imponerse en la rotación.
Competencia y muchos retos por delante
El técnico alemán tendrá que gestionar con precisión una zaga que, pese a la marcha de Íñigo, sigue contando con varios perfiles fiables. Christensen ha ofrecido seguridad en el perfil zurdo, mientras que Eric García ha sorprendido por su buen estado físico y confianza. Ambos representan alternativas sólidas que pueden poner a Araújo en aprietos si baja el ritmo.
Para el defensor charrúa, el inicio de la temporada será decisivo. Los primeros encuentros de liga antes del cierre del mercado pueden marcar su rol para el resto del curso. Su objetivo es claro: ser el socio de Cubarsí y devolver a la defensa culé la solidez que la llevó a competir en alto nivel.
Con un calendario exigente y una plantilla en plena transición, Araújo sabe que no puede dejar pasar esta oportunidad.