El Inter de Milán es el primer finalista tras vencer por 4-3 a un Barça que se dejó el alma, pero los errores individuales le lastraron y de ahí su eliminación. A tan solo 2 minutos del final, los italianos mandaban el partido a la prórroga y ahí ellos en la única que tuvieron no perdonaron. Se acaba aquí el sueño del triplete para los chicos de Flick, un equipo al que no se le puede reprochar nada, murieron siendo fieles a su estilo.
Un primer tiempo borroso
Los primeros 45 minutos no pudieron ser peores para el Barça, pues los azulgranas no imponían su estilo, se jugaba a lo que había planteado el entrenador italiano. Fruto de ello, llegaría el primer gol del Inter por medio de Dumfries, rompe al espacio y se la cede a Lautaro para que marque a puerta vacía. En una jugada anterior, Pedri reclamaba penalti por mano de Acerbi, pero ni el VAR ni Marciniak lo vieron punible.

Cuando el encuentro enfilaba el descanso, Cubarsí intenta taponar un disparo de Lautaro, sin embargo, toca al argentino antes que la pelota. El desenlace de la jugada iba a acabar en penalti y Calhanoglu no iba a fallar desde los once metros. Los de Flick se iban al medio tiempo con un resultado muy adverso, dos goles de diferencia que les obligan a remontar en la segunda parte como ya habían hecho.
Una remontada heroica
La diferencia entre las dos mitades fue abismal, Pedri se hizo el dueño del balón y el Barça empezó a generar ventajas. Lamine lo intentaba una y otra vez, pero esta vez el protagonista de la asistencia iba a ser Gerard Martín. El canterano ponía un balón precioso al segundo palo y ahí aparecía Eric García para marcar un golazo por la escuadra imposible para Sommer.

La fórmula iba a repetirse, otra vez el '32' del Barça centraba y esta vez era Dani Olmo el que aparecía para que de cabeza hiciese el 2-2. A partir de ese momento, fue un asedio culé, en el que solo Sommer pudo evitar que el Barcelona certificase la remontada. Entonces, Raphinha iba a tener su momento y tras un primer disparo que atajaba el portero suizo, a la segunda mandaba el balón al fondo de la red.
Todo parecía encaminado a que los azulgranas se iban a Múnich, pero Acerbi hizo el empate en una jugada no exenta de polémica. Gerard recupera el balón, Dumfries le golpea en la pierna, sin embargo, el árbitro polaco no consideró suficiente el contacto y de ahí llegaría el tanto del Inter. Y con el empate a tres, el partido se marchaba a la prórroga.
Un final doloroso
Las fuerzas flaqueaban y el cansancio hacía mella en casi todos los jugadores, ambos entrenadores metían cambios, pero en este punto se jugaba más con el corazón que con el físico. Cuando parecía que el Barca podía hacer el cuarto, Thuram rompe a Araujo, el balón llega a Fratessi y este la manda para dentro. En la única ocasión que tuvieron, certificaron el pase a la final de la Champions.

Aun así, el conjunto azulgrana lo intentó, pero se topó una y otra vez con un Sommer que se consagró como uno de los mejores porteros del mundo. Paradas imposibles, manos que sacaban disparos potentes y seguro por arriba. Acabo el sueño del aficionado culé de repetir ese ansiado triplete y de conseguir la 'orejona' otra vez.
Lo volverán a intentar, eso seguro. Este equipo ha demostrado tener alma de campeón. Y el domingo deben demostrarlo de nuevo, partido que puede decidir la Liga.
Clásico, en Montjuic y a las 16:15.