El FC Barcelona está valorando seriamente una operación que hace tan solo unos meses parecía descartada. Se trata de un futbolista joven, formado en La Masia, que decidió marcharse en verano tras no encontrar espacio en la primera plantilla. Su salida, sin embargo, no fue del todo pacífica.
Desde su entorno culpan directamente a Xavi Hernández, el técnico no apostó por él cuando más lo necesitaba. Pese a que ofreció un rendimiento interesante en las oportunidades que tuvo, nunca gozó de la confianza total del cuerpo técnico. El jugador sintió que había tocado techo en el Barça, y decidió aceptar una oferta del extranjero.
La promesa del primer equipo se esfumó en cuestión de semanas. Su decisión generó decepción entre los aficionados, pero desde el club comprendieron su postura: quería jugar, crecer y sentirse importante.

Un traspaso que ahora se pone en duda
El club comprador pagó su cláusula de rescisión, una cifra baja para el mercado actual. En La Masia confiaban en que, tarde o temprano, regresaría. Y ese momento podría estar mucho más cerca de lo previsto.
El jugador no ha tenido protagonismo en su nuevo destino. Apenas ha participado en competiciones menores y su rol ha sido totalmente secundario. En lo que va de temporada, ha disputado menos de 600 minutos, la mayoría en partidos sin trascendencia.
El equipo en el que milita atraviesa una crisis deportiva y su situación no mejora. La competencia por el puesto es feroz y su estilo de juego no termina de encajar en la Premier League.

Flick sí confiaba en él
Lo más curioso del caso es que, tras la marcha de Xavi, el Barça había cambiado completamente su postura respecto al joven delantero. Hansi Flick, actual entrenador azulgrana, sí contaba con él.
Su plan era que alternara convocatorias con el primer equipo mientras se fogueaba en el Barça Atlètic. Además, visto el rendimiento irregular de algunos atacantes, podría haber sumado minutos importantes con la camiseta azulgrana.
De hecho, varios partidos esta temporada han evidenciado la necesidad de tener un recambio natural para Lewandowski. Ni Pau Víctor ni Ansu Fati han estado al nivel esperado, y el club ya trabaja en fichajes que puedan reforzar el ataque.

El arrepentimiento es total
Ahora, el jugador ha cambiado completamente su postura. Tras meses sin protagonismo y viendo cómo sus compañeros de generación se consolidan en el primer equipo, ha pedido regresar. Su agente ya ha contactado con Deco y con la directiva para ofrecer disculpas y pedir una segunda oportunidad.
El mensaje es claro: quiere volver al Barça. Cree que tomó una mala decisión, influenciado por las promesas de minutos y dinero que no se han cumplido. A sus 18 años, su prioridad es volver a sentirse importante, y sabe que el club azulgrana vuelve a abrirle la puerta.
Desde Londres no pondrán grandes trabas, aunque sí exigen una compensación económica. El club comprador pagó 6 millones de euros por su cláusula y ahora pide una cifra cercana a los 10 para negociar su salida definitiva.

Laporta y Deco valoran repescarlo
En las oficinas del Camp Nou no han descartado la operación. Laporta, que se ha comprometido con fortalecer la plantilla sin poner en riesgo la salud económica del club, ve en este movimiento una oportunidad interesante.
Recuperar a un canterano que ya conoce el sistema y que encaja con el proyecto joven de Flick puede ser una solución económica y deportiva. El club busca un delantero con proyección para asumir el relevo de Lewandowski, y este perfil encaja a la perfección.

El jugador en cuestión es Marc Guiu. El delantero nacido en 2006 dejó el Barça para marcharse al Chelsea, convencido por una oferta difícil de rechazar. Ahora, tras apenas media temporada en Inglaterra, ha pedido volver.
Laporta y Deco estudian su regreso. Flick da el visto bueno. Y todo apunta a que, si no hay sorpresas, el Barça podría volver a vestir de azulgrana a un jugador al que Xavi no supo valorar.