El FC Barcelona y el Real Madrid se enfrentan mañana, sábado 26 de abril, en la final de la Copa del Rey. Será en el estadio de La Cartuja, en Sevilla, a las 22:00 horas. Un Clásico con trofeo en juego, con cuentas pendientes y con el orgullo en juego.
No hay margen de error. Es la oportunidad de ambos para levantar un título nacional esta temporada. Y el contexto lo convierte en un duelo todavía más cargado de tensión.
El Barça llega tras superar al Mallorca por la mínima en Liga y con la plantilla cargada de ilusión… pero también con varios contratiempos.

Flick pierde a dos titulares fundamentales
Hansi Flick tendrá que afrontar el duelo sin dos piezas clave en su once habitual. El primero, Robert Lewandowski, se ha caído de la convocatoria por molestias musculares. El polaco no ha podido recuperarse a tiempo y su baja deja huérfano al ataque culé.
Tampoco estará Alejandro Balde. El lateral izquierdo sigue en proceso de recuperación y no ha entrado en los planes del técnico para una cita tan exigente. Una ausencia sensible, sobre todo ante un rival que carga tanto por banda.
Con estas dos bajas confirmadas, Flick se ve obligado a reinventarse. Y ahí puede estar una de las claves del partido.

El Madrid, con todo
Por su parte, el Real Madrid llega con prácticamente toda la plantilla disponible. Ancelotti no quiere confiarse, pero sabe que tiene la experiencia y el fondo de armario necesarios para gestionar este tipo de partidos. La Copa del Rey es el objetivo claro del vestuario blanco.
Vinícius, Bellingham, Rodrygo y compañía llegan descansados y en buen momento. Pero en el Barça están convencidos de que la motivación puede inclinar la balanza. Este equipo ha demostrado saber competir cuando nadie lo espera.
Y Flick se guarda un as bajo la manga.

El fichaje en plena forma
La Cartuja se prepara para una noche histórica. Las entradas están agotadas desde hace días. La afición culé ha respondido con fuerza, conscientes de lo que hay en juego: un título, un golpe sobre la mesa y una oportunidad de oro para cerrar bocas.
En el vestuario hay confianza. Jugadores como Pedri, Lamine Yamal o Ter Stegen llegan en plena forma. Y si el Barça consigue imponer su ritmo y su presión alta, puede hacer daño.
Será una final de detalles, de errores mínimos y de momentos de inspiración. Y ahí es donde puede aparecer una figura inesperada.

Ferran Torres será la gran sorpresa de esta final. El valenciano ha convencido a Flick con su trabajo en silencio, su estado físico y su impacto en los entrenamientos. Sin Lewandowski, todo apunta a que Ferran será titular en la punta del ataque.
Su rendimiento ha ido de menos a más durante la temporada, y ahora atraviesa su mejor momento. Tiene gol, tiene confianza, y está preparado para asumir la responsabilidad. En el Barça creen que puede ser decisivo.
Mañana, a las 22:00h, el Camp Nou se trasladará a La Cartuja. Y Ferran Torres podría ser el héroe que nadie esperaba.