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Jugador de fútbol corriendo en el campo durante un partido con uniforme negro y número 23.

Salvemos a Koundé

El central azulgrana, reconvertido en lateral ante la falta de efectivos, cometió un error de bulto en Balaídos.

Jules Koundé salió retratado en la foto del Barça en Balaídos. Un error garrafal suyo metió al Celta en el partido y, a la postre, permitió que el conjunto gallego acabara empatando un encuentro que tenía prácticamente perdido. Tras ese fallo, el internacional francés fue el foco de las críticas de una parte de la afición barcelonista, algo que resulta lógico cuando un futbolista de primer nivel se equivoca de manera tan flagrante. Pero quizás haya que recordarles a aquellos que ponen el grito en el cielo por esa acción concreta del ex del Sevilla, que su rendimiento esta temporada está siendo impoluto y que suerte tiene el Barça de ello.

En una temporada en la que la economía del club ha vuelto a impedir que el equipo se reforzara como es debido, Koundé ha sellado defensivamente el costado derecho a cal y canto. En una plantilla sin lateral diestro de primer nivel, Jules ha dejado de ser un parche para convertirse un seguro de vida actuando fuera de su posición natural, se ha amoldado a las exigencias de Flick a la hora de tirar el fuera de juego y ha mostrado un tono físico que ha dejado asombrado al técnico alemán. Además, también se ha prodigado en ataque como no lo había hecho antes, demostrando que puede sumar en el plano ofensivo y darle la profundidad que requiere a la banda derecha culé.

Allá él el que quiera centrarse en el error de Koundé en Balaídos. Allá él el que quiera lapidarlo por haber ayudado al Celta a creer en la remontada. Y allá él el que quiera hacerle responsable de los dos puntos perdidos en tierras gallegas. Pero lo cierto es que el Barça no hizo un buen partido en Vigo. El ataque del equipo de Flick volvió a acusar en demasía la baja de Lamine, falto de desequilibrio y siendo inmensamente previsible para la zaga viguesa. A diferencia de otros partidos, el centro del campo en ningún momento supo mover el balón con la fluidez que venía siendo habitual. Y la defensa azulgrana volvió a mostrarse alejada de la finura mostrada en semanas anteriores. Koundé se equivocó, sí, y le dio alás al Celta, pero el Barça no estuvo bien en lo colectivo, y ahí el foco de las críticas no puede ser únicamente Jules.