El paso de Dani Olmo por el FC Barcelona ha estado lleno de contrastes. Llegó como el fichaje estrella de la nueva era de Hansi Flick, con la misión de aportar calidad y dinamismo al centro del campo.
Sin embargo, la realidad está siendo más complicada de lo esperado. Entre problemas físicos y trabas administrativas, su situación comienza a ser un dolor de cabeza para Joan Laporta y Deco.
Un fichaje con expectativas altas
Desde su primer partido, Dani Olmo dejó claro por qué el Barça apostó por él. Su visión de juego, precisión y capacidad para marcar diferencias emocionaron tanto a la afición como a la directiva.
Deco, artífice de su llegada, y Laporta lo consideran un acierto absoluto. Pero este entusiasmo se ha visto empañado por dos grandes problemas que limitan su rendimiento.
El primer obstáculo es administrativo. La economía del Barça, marcada por la presión del "fair play" financiero, ha dificultado la inscripción de Olmo. Aunque en verano se resolvió temporalmente usando parte de la ficha de Andreas Christensen, el problema no ha desaparecido.
Con enero cada vez más cerca, las soluciones parecen escasas. El club podría verse obligado a vender a algún jugador para garantizar que Olmo pueda jugar el resto de la temporada. Laporta ha prometido arreglarlo, pero el tiempo apremia y la incertidumbre crece.
Molestias físicas recurrentes
Además de los problemas financieros, las lesiones han comenzado a acechar a Olmo. Su historial médico empieza a preocupar. Desde su llegada, las molestias han sido frecuentes, limitando su continuidad en el equipo.
La última lesión, que le impidió jugar el fin de semana, ha despertado comparaciones con casos como el de Dembélé. Aunque el talento de Olmo es innegable, las constantes interrupciones en su participación generan dudas sobre su impacto a largo plazo.
Laporta y Deco trabajan a contrarreloj. La prioridad es garantizar que Dani Olmo pueda competir al máximo nivel. Hansi Flick, por su parte, confía plenamente en el jugador y espera que supere esta etapa difícil.
El Barça sabe que no puede permitirse otro caso de promesas truncadas por problemas físicos o administrativos. El equipo necesita a Olmo en su mejor versión para afrontar los retos de la temporada.
El tiempo dirá si Dani Olmo logra superar estos desafíos. Mientras tanto, su situación refleja las dificultades del Barça para equilibrar su ambición deportiva con las limitaciones económicas.
La afición espera que Olmo pueda convertirse en ese jugador clave que tanto necesita el equipo. Por ahora, el talento está ahí; solo falta que las circunstancias lo acompañen.