Un jugador con expresión seria frente al escudo del FC Barcelona tachado con una gran X roja sobre un fondo verde.

'Sale demasiado de fiesta': Ni Pedri, ni Lamine pueden protegerlo más, adiós Barça

Flick ha tomado la decisión final tras varios episodios de indisciplina dentro y fuera del vestuario

El nuevo proyecto del FC Barcelona sigue dejando atrás a quienes no se adaptan a la exigencia actual. La reconstrucción que lidera Hansi Flick no solo afecta a lo deportivo, también al compromiso diario. Y en este caso, uno de los descartes más inesperados viene motivado por actitudes fuera del césped.

El jugador en cuestión fue considerado una promesa del club hace apenas unos meses. Con proyección, talento y formación en la Masia, apuntaba alto en los planes del primer equipo. Sin embargo, sus hábitos han terminado alejándolo por completo del entorno azulgrana.

Flick
Flick | @FCBarcelona

En las últimas semanas, sus ausencias en entrenamientos y los retrasos reiterados encendieron todas las alarmas. Flick pidió explicaciones y no encontró argumentos sólidos para justificar la falta de profesionalidad. A partir de ahí, el cuerpo técnico dejó clara su postura.

No se trató de un hecho aislado. Desde hace meses, algunos veteranos ya detectaban comportamientos poco adecuados. Y con la llegada del nuevo entrenador, esas actitudes se volvieron incompatibles con el modelo que se quiere construir.

El vestuario dejó de respaldarlo y Flick no dio segundas oportunidades

Lo que al principio parecía un caso puntual se convirtió en un patrón preocupante. El jugador fue advertido en más de una ocasión, tanto por el club como por sus propios compañeros. Pero las llamadas de atención no surtieron efecto.

Varias noches de fiesta salieron a la luz, así como imágenes en redes sociales que causaron malestar interno. Todo ello sumado a su bajo rendimiento en los entrenamientos generó un desgaste imposible de revertir. Y el vestuario acabó perdiendo la fe en su compromiso.

Deco charlando con un micrófono en la mano en una rueda de prensa del FC Barcelona.
Deco | FC Barcelona

Pedri, Frenkie y otros pesos pesados le hicieron saber que su actitud no ayudaba al grupo. La convivencia se volvió tensa, y el jugador comenzó a quedar al margen de ciertas dinámicas colectivas. Era cuestión de tiempo que se tomara una decisión.

Flick valoró su futuro en varias reuniones con Deco y su equipo. El consenso fue total: no tenía sitio en el nuevo Barça. Su calidad no compensa el ruido constante que genera fuera del campo.

Jugador de fútbol con camiseta azul en acción durante un entrenamiento.
Frenkie De Jong con el Barça | @FCBarcelona

La dirección deportiva acelera su salida como medida disciplinaria

El club encontró en el mercado una opción rápida para resolver el caso sin generar más tensión interna. El jugador será traspasado de forma definitiva a un equipo de Primera División. Una operación discreta, con cifras contenidas y condiciones beneficiosas para el Barça.

Pese a todo, se ha pactado incluir una cláusula de recompra. El club quiere mantener una puerta abierta por si el jugador reconduce su carrera. Pero a corto plazo, su ciclo en el Camp Nou está completamente cerrado.

Un jugador de fútbol realiza un control aéreo del balón en un campo de entrenamiento.
Pedrí triste por la noticia | @FCBarcelona

El nuevo destino le ofrecerá minutos, menos presión y la posibilidad de limpiar su imagen profesional. Para él será un reinicio, para el Barça un alivio. La operación no solo libera masa salarial, también cierra un foco de distracción constante.

Deco y Laporta consideran que estas decisiones son necesarias para proteger al grupo. Solo con una plantilla unida, comprometida y centrada en lo deportivo se podrá competir por los grandes títulos.

Joan Laporta hablando ante la prensa
Joan Laporta en una rueda de prensa | @jlaportaoficial

Una despedida silenciosa 

Lo que más duele en el club no es su marcha, sino la manera en que ha terminado todo. Era una apuesta de futuro, un jugador con ADN Barça y una progresión ilusionante. Pero no ha sabido gestionar lo que supone vestir esta camiseta.

Durante meses se pensó que maduraría, que acabaría adaptándose al nivel de exigencia que requiere el primer equipo. Sin embargo, su estilo de vida y su falta de autocrítica han sido determinantes en su caída. No fue un error puntual, fue una actitud sostenida.

Ahora el club oficializa su salida. El nombre del protagonista es Héctor Fort, lateral de la cantera que ha perdido el tren por completo. Y en el vestuario, aunque en silencio, muchos piensan que ha sido la mejor decisión posible.

Un jugador de fútbol con el uniforme del FC Barcelona en el campo durante un partido, con un hombre detrás de él en la multitud.
Héctor Fort | @FCBarcelona