El nuevo Barça de Hansi Flick ya es toda una realidad. Tras dos semanas de entrenamientos en Barcelona el equipo ha tomado rumbo a tierras norteamericanas, donde visitará las ciudades de Orlando, Baltimore y Nueva York para medirse en encuentros amistosos a Manchester City (31 de julio), Real Madrid (4 de agosto) y AC Milan (7 de agosto). El técnico alemán apenas ha podido contar hasta ahora con futbolistas importantes del primer equipo, después de que estos disfrutaran de sus vacaciones tras la disputa de la Eurocopa, pero en los próximos días deben incorporarse a la gira algunos de los nombres propios del conjunto azulgrana.
Si bien será muy temprano para poder extraer conclusiones, los tres primeros partidos amistosos que disputará el cuadro barcelonista deben servir para empezar a analizar qué puede ofrecernos este nuevo Barça. Tras el decepcionante final de la campaña 2023/24, que propició en parte la posterior salida de Xavi Hernández del banquillo culé, algunos factores han renovado las ilusiones de la afición, como son la llegada de un entrenador capaz de ganar el sextete con el Bayern Munich, o la posibilidad real de incorporar a jugadores que han deslumbrado en el Euro de Alemania, como Nico Williams o Dani Olmo.
A la espera de que se concrete algún fichaje y también de que se pueda oficializar alguna salida, movimientos que le den forma definitiva a la plantilla de la que dispondrá Flick, toca enumerar algunas cualidades que debe atesorar de manera imprescindible este nuevo Barça. Alguna de ellas solo es cuestión de mantenerlas, ya que estuvieron presentes en la era Xavi, pero otras en cambio han brillado por su ausencia en el pasado más reciente y se antojan indispensables para que este equipo pueda optar a no cerrar un segundo año en blanco, lo cual resultaría tremendamente doloroso para el club.
Continuidad en la apuesta por los jóvenes
La apuesta por los jóvenes es sin duda uno de los factores que debe mantener este cuerpo técnico. Y digo mantener porque este factor es algo de lo que podía presumir y mucho Xavi Hernández, quien se la jugó otorgando roles de titular en el primer equipo a jugadores tremendamente precoces como Pau Cubarsí, Lamine Yamal o Fermín López.
De modo que Hansi Flick deberá estar muy atento, y me consta que así será, a todos los futbolistas que despuntan en el filial y en el juvenil, para poder incluirlos en los entrenamientos de la primera plantilla y para que aparezcan, aunque sea a cuentagotas, en las convocatorias de los encuentros de Copa del Rey, Liga y Champions. Futbolistas jóvenes, de la casa y con ganas de impresionar al mundo, deben tener también cabida en el día a día de este nuevo Barça.
Mayor presión en la salida del balón rival
En las últimas décadas, las versiones más brillantes del FC Barcelona han mantenido un nexo común; presentaban una presión asfixiante arriba para dificultar la salida del balón rival. Un factor que, en cierta manera, se dio también en el primer año de Xavi en el banquillo culé y que perdió intensidad la temporada pasada. Si el Barça de Flick quiere ser un equipo temible debe empezar por incomodar al rival desde el mismo instante en que inicie jugada en campo propio, y para ello los Lamine, Lewandowsky y esperemos que Nico Williams deberán ser conscientes de que son los primeros defensores del equipo. Una presión que deberá ser secundada por el centro del campo, adelantando líneas y buscando como objetivo principal el pelotazo largo de la zaga contraria, ante la imposibilidad de armar jugada a través del juego asociativo.
Elevar el tono físico del equipo
El Barça de Xavi tenía muchas virtudes, pero también numerosos defectos. El entrenador de Terrassa fue acusado de ser demasiado laxo en cuanto a la preparación física del equipo, ya que, según opiniones filtradas por los propios jugadores, los entrenamientos que se realizaba a diario eran completos a nivel táctico pero ciertamente pobres a la hora de buscar un tono físico elevado en la plantilla. Por su parte, Flick ha aterrizado en Barcelona dejando claro que va a dar una importancia vital al músculo y planificando sesiones dobles para buscar el tono óptimo de sus futbolistas, recordando que aquel Bayern que él dirigía y que lo ganó todo era un muy buen equipo de fútbol en lo técnico, pero sobre todo destacaba por su fortaleza física. Así pues, a los integrantes del primer equipo les tocará sudar de lo lindo esta pretemporada.
Mayor fortaleza defensiva
No descubro nada, estar bien atrás es sinónimo de éxito. Quedó patente hace dos campañas, con los 20 goles encajados en liga por el conjunto de Xavi que lo convirtieron en el equipo menos goleado de la competición, y que al mismo tiempo tuvieron una gran incidencia en la consecución del título que premia la regularidad. No fue así el pasado curso, donde la portería azulgrana fue perforada hasta en 44 ocasiones, más del doble que el año anterior, con encuentros en los que la zaga culé mostró una fragilidad más que preocupante. Si el nuevo Barça de Hansi Flick quiere volver a ser un equipo competitivo debe empezar por echar el cerrojo en su marco. La baja de Araujo hasta finales de año supone un contratiempo importante para conseguirlo, así que al técnico alemán se le presenta uno de sus primeros desafíos.
La era Flick levantó el telón el pasado 10 de julio. Y desde ese mismo instante se puso en marcha una cuenta atrás que resta días al calendario en busca de que el nuevo entrenador culé pueda tener listo un primer boceto del nuevo Barça de cara al estreno liguero del 17 de agosto. Más allá de que deba ser fiel a sus ideas, estará bien que eche un vistazo a la historia reciente de este club, y analice cómo consiguió Xavi la fortaleza defensiva mostrada en su primer año. Además de seguir apostando por los jóvenes como hizo el técnico de Terrassa. O que encuentre la fórmula para que el equipo muerda arriba como sucedía en la primera temporada de Guardiola y Luis Enrique en el banquillo del Camp Nou. Porque para buscar el tono físico adecuado creo que se valdrá por sí mismo, tan solo debe replicar lo que hizo con aquel Bayern que volaba sobre el césped mientras conquistaba títulos por doquier. Toda la suerte del mundo para Flick.