El posible aterrizaje de un jugador al FC Barcelona ha desatado un debate interno en el vestuario azulgrana. Mientras Hansi Flick presiona para cerrar el fichaje de su antiguo pupilo, algunos de los pesos pesados del equipo, liderados por Pedri González, se han manifestado en contra de la operación.
El mediocampista, cuyo contrato expira en junio de 2025, se ha convertido en uno de los nombres más sonados del mercado. Libre para negociar con cualquier club a partir del próximo verano, ha rechazado las ofertas de renovación, dejando claro que busca un nuevo desafío.
El plan de Flick
Hansi Flick considera al jugador una pieza clave para consolidar el proyecto deportivo del Barça. El técnico alemán confía en que el jugador, podría aportar experiencia, liderazgo y calidad técnica a un centro del campo en plena renovación.
Joan Laporta y Deco están al tanto de las intenciones de Flick y evalúan la posibilidad de cerrar un acuerdo que supondría una auténtica ganga. Sin necesidad de pagar un traspaso, la llegada implicaría únicamente negociar un salario que podría posicionarlo entre los mejores pagados de la plantilla.
La resistencia en el vestuario
Sin embargo, la noticia no ha sido bien recibida por algunas estrellas del Barça. Pedri González, acompañado por Gavi, Fermín López, Lamine Yamal y otros jugadores de peso en la plantilla, ha trasladado a Deco su negativa a la incorporación del alemán.
El principal motivo es la irrupción de Marc Casadó, una de las revelaciones de la temporada. El canterano ha asumido con solvencia el rol de pivote defensivo, solucionando los problemas que surgieron tras la salida de Sergio Busquets. Pedri y compañía consideran que apostar por Casadó es más beneficioso tanto en términos deportivos como económicos.
Marc Casadó ha demostrado estar a la altura de los desafíos del primer equipo. Su capacidad para interpretar el juego, su consistencia defensiva y su liderazgo en el centro del campo lo han convertido en un pilar en el esquema de Flick.
Además, los jugadores del vestuario ven en Casadó un ejemplo de los frutos que puede dar La Masía cuando se confía en su cantera. La posible llegada podría restar minutos y proyección a un jugador que ha sabido ganarse su lugar.
El coste del jugador
Otro de los puntos que generan rechazo entre los futbolistas es el alto salario que exigiría Kimmich para vestir la camiseta blaugrana. El alemán no solo llegaría como un fichaje estrella, sino que también requeriría un rol protagónico, algo que podría generar tensiones dentro del equipo.
Además, el Barça cuenta con otras alternativas en el centro del campo, como Marc Bernal, quien trabaja en su recuperación tras una lesión de rodilla. Los jugadores consideran que la competencia interna con talentos propios es suficiente para cubrir las necesidades del equipo.
Mientras Flick insiste en la importancia de Kimmich, Deco y Laporta se enfrentan a una decisión complicada. Por un lado, incorporar a un jugador de clase mundial como el alemán fortalecería el proyecto deportivo. Por otro, la oposición del vestuario y la confianza en los jóvenes canteranos plantea la posibilidad de que este movimiento genere más problemas que soluciones.
La directiva deberá sopesar cuidadosamente los pros y contras del fichaje, sabiendo que cualquier decisión tendrá un impacto significativo en la dinámica del equipo y en su futuro.