El conjunto de Mestalla atraviesa una temporada complicada, pero confía en asegurar la permanencia y reforzar su plantilla de cara al próximo curso. Carlos Corberán ha conseguido mejorar el rendimiento del equipo, pero sigue teniendo un problema evidente: la falta de gol.
Ante esta situación, la dirección deportiva del Valencia ha puesto sus ojos en un delantero del Barça. A pesar de su enorme talento, ha quedado relegado a un papel secundario en la plantilla de Flick.
El entrenador valencianista considera que este jugador encajaría perfectamente en su esquema, aportando calidad y dinamismo en ataque. Sin embargo, el principal reto será convencer al Barça y al propio futbolista de que Mestalla es el destino ideal para relanzar su carrera.
Un descarte de Flick que sigue sin recuperar su mejor versión
Este jugador llegó a ser una de las mayores promesas del Barcelona y del fútbol mundial. Su irrupción en el primer equipo fue espectacular, convirtiéndose en el heredero de uno de los dorsales más emblemáticos del club.
Sin embargo, las lesiones y la falta de continuidad han frenado su progresión. A pesar de las oportunidades, no ha logrado recuperar su mejor nivel y, con la llegada de Flick, ha quedado aún más relegado.
En la actual temporada, apenas ha disputado 186 minutos, dejando claro que su salida es solo cuestión de tiempo. La directiva azulgrana ya intentó venderlo el pasado verano y en el mercado invernal, pero ninguna oferta terminó de concretarse.
Ahora, el Barça ha fijado un precio de 15 millones de euros para facilitar su salida. Pero el Valencia no está en condiciones de pagar esa cantidad sin negociar una fórmula más accesible.
Un traspaso complicado, pero posible
El Valencia quiere cerrar la operación, pero el elevado salario del jugador es un gran obstáculo. Actualmente, percibe más de 12 millones de euros anuales, una cifra inasumible para el conjunto ché.
Para que el traspaso se haga realidad, el futbolista deberá aceptar una rebaja salarial considerable. Además, el Barça podría verse obligado a flexibilizar sus exigencias económicas. Ya sea reduciendo su precio de venta o aceptando una cesión con opción de compra.
El protagonista de esta historia no es otro que Ansu Fati. La que fuera una de las mayores promesas de La Masía ha visto cómo su carrera se ha estancado en los últimos años.
A pesar de que su talento sigue intacto, la falta de regularidad y la alta competencia en el ataque azulgrana han provocado que su papel en el equipo se diluya. Ahora, su futuro está en el aire, y el Valencia aparece como una de las opciones más viables para que recupere su mejor versión.
Laporta sabe que su venta es clave para reducir la masa salarial y abrir espacio para nuevos fichajes. Mientras tanto, en Mestalla, su posible llegada genera dudas, pero también ilusión. Si logra reencontrarse con su mejor nivel, podría convertirse en un jugador determinante en el proyecto de Corberán.
Las negociaciones están en marcha, y el desenlace dependerá de la disposición del Barça y del propio Ansu Fati para llegar a un acuerdo. ¿Aceptará el reto de un nuevo comienzo en el Valencia? En las próximas semanas se conocerá la respuesta.