El FC Barcelona sigue trabajando a contrarreloj para reforzar su plantilla, y el nombre de Marcus Rashford encabeza la lista de objetivos de Hansi Flick. Sin embargo, la delicada situación económica del club azulgrana limita sus movimientos en el mercado de fichajes. Con la regla 1:1 recién recuperada, cualquier incorporación depende de que se generen salidas significativas que liberen espacio en la masa salarial.
La apuesta por Marcus Rashford
Rashford, delantero del Manchester United, es una obsesión para el Barça. Su habilidad para jugar en varias posiciones de ataque y su capacidad goleadora lo convierten en el jugador ideal para cubrir las necesidades del equipo. El propio Flick ha insistido en su fichaje, convencido de que el inglés puede marcar la diferencia en los partidos clave.
El principal escollo es económico. Para fichar a Rashford, el Barça necesita liberar al menos 20 millones de euros en masa salarial, además de reunir una cantidad similar para cerrar la operación con el Manchester United.
Las salidas, clave para abrir espacio
Inicialmente, se contempló la posibilidad de vender a Ansu Fati, quien ha perdido protagonismo en el esquema de Flick. Sin embargo, el jugador se ha negado en repetidas ocasiones a abandonar el club, lo que ha obligado a la directiva a buscar otras alternativas.
El foco se ha desplazado hacia la defensa, donde el Barça cuenta con cinco centrales para dos posiciones. Pau Cubarsí, Ronald Araújo, Iñigo Martínez, Eric García y otro jugador cuyo futuro ahora está en entredicho. Aunque Eric García también estuvo en la lista de transferibles, finalmente se decidió mantenerlo hasta el final de la temporada.
En este contexto, el Barça está valorando la salida de un jugador que, aunque clave en el pasado, ha perdido su rol de imprescindible tras una larga lesión. Con contrato hasta 2026 y un valor de mercado estimado en 20 millones, su traspaso permitiría generar ingresos inmediatos, y también reducir la presión salarial.
Además, este futbolista tiene un gran cartel en la Premier League gracias a su experiencia anterior, lo que facilita encontrar compradores interesados. Su versatilidad como central y mediocentro defensivo lo convierte en un perfil atractivo para varios clubes de Europa.
El impacto de esta operación
Si se concreta esta salida, el Barça estaría más cerca de cumplir con las exigencias económicas para fichar a Rashford. El delantero inglés ya ha manifestado su disposición a recalar en el Camp Nou, pero también ha dejado claro que no esperará indefinidamente.
Por su parte, el jugador que dejaría el Barça entiende que su rol ha cambiado. Tras su regreso de la lesión, ha visto cómo jóvenes como Pau Cubarsí han tomado protagonismo, mientras que Ronald Araújo y Iñigo Martínez se han consolidado como titulares.
Todo apunta a que la operación se resolverá en los próximos días. Por un lado, Rashford sigue siendo el gran objetivo del Barça. Por otro, el club no quiere perder la oportunidad de obtener ingresos por un jugador cuyo rendimiento y protagonismo han disminuido.
El desenlace inminente
Finalmente, el nombre en el centro de esta operación es Andreas Christensen. El central danés, que llegó al Barça procedente del Chelsea como agente libre, podría estar viviendo sus últimos días en el Camp Nou.
Con 28 años, Christensen cuenta con ofertas de la Premier League y de otras grandes ligas europeas. Su salida permitiría al Barça avanzar en la incorporación de Rashford, además de aliviar las tensiones económicas que han complicado los movimientos en el mercado.
Mientras tanto, el Barça sigue apostando por una combinación de juventud y experiencia para mantener su competitividad en todas las competiciones. La posible venta de Christensen representa un sacrificio necesario para construir un equipo más sólido y equilibrado de cara al futuro.