Con el final de temporada a la vista, el FC Barcelona ya trabaja en varios movimientos estratégicos. Uno de ellos está centrado en el lateral izquierdo, una zona debilitada por lesiones y falta de alternativas.
La recuperación de Alejandro Balde avanza, pero el club considera necesario fichar a un jugador experimentado y competitivo. Hansi Flick ha identificado esa banda como prioritaria, y ha dado instrucciones claras a Deco.

El nuevo técnico exige profundidad y rendimiento inmediato
Flick no busca promesas ni proyectos a largo plazo, quiere perfiles que funcionen desde el primer entrenamiento. La exigencia del calendario, con Champions, Liga y Copa, requiere tener dos titulares por puesto.
En la izquierda, más allá de Balde, el Barça no cuenta con un sustituto de garantías. Por eso, la dirección deportiva ya ha activado contactos con un futbolista de élite que encaja en todos los parámetros del club.

El nombre que se baraja no necesita adaptación. Conoce perfectamente el club, la ciudad y la presión del Camp Nou. Se ha formado en La Masia y ha crecido en competiciones de máximo nivel como la Bundesliga y la Champions League.
El jugador ha brillado especialmente esta temporada, tanto en su despliegue físico como en su aportación ofensiva. A sus 29 años, vive su mejor momento y está preparado para dar un salto emocional y profesional.

Deco toma el mando y acelera los contactos
La dirección deportiva, consciente del contexto financiero, ha diseñado una operación calculada y viable. Ya se han producido las primeras conversaciones entre las partes.
Aunque el futbolista tiene contrato hasta 2027, su entorno no vería con malos ojos una salida si se trata de regresar a casa. La predisposición es total y el deseo de volver, real.

Más allá de su rendimiento, su regreso tendría un fuerte valor simbólico para la afición y el vestuario. Su salida en su día dejó un sabor agridulce. Ahora, más maduro, vuelve como un jugador hecho y reconocido.
El cuerpo técnico considera que puede convivir perfectamente con Balde, sin frenar su crecimiento. Sería una solución inmediata, polivalente y alineada con los valores formativos del club.

Un fichaje posible, pero condicionado al margen salarial
Su actual club no lo dejará salir fácilmente. El precio mínimo fijado es de 35 millones de euros. Para el Barça, esa cifra obliga a maniobras económicas: ajustes salariales o alguna venta estratégica.
Sin embargo, el club considera que el esfuerzo merece la pena. La dirección cree que este refuerzo puede marcar diferencias en partidos clave. Además, aportaría liderazgo y personalidad dentro del vestuario.
No es solo defensa. Este lateral aporta goles, asistencias y una precisión a balón parado muy poco habitual. Ha marcado en partidos importantes y ha demostrado que puede decidir encuentros con su pegada.
Esa capacidad ofensiva lo convierte en un perfil único, muy buscado por grandes equipos de Europa. Pero el Barça se ha adelantado, y tiene el argumento más fuerte: volver a casa.
Después de varias temporadas brillando en Alemania, Grimaldo está preparado para volver al Barça. Su experiencia en el Bayer Leverkusen, su impacto en Europa y su formación en La Masia hacen de él un fichaje ideal.
Si se dan las condiciones económicas, el regreso será una realidad. Flick lo ha pedido expresamente. Deco lo tiene marcado en rojo y Grimaldo, el hijo pródigo, está listo para volver al Camp Nou.