Lo que está viviendo uno de los defensores del FC Barcelona tras la eliminación ante el Inter no tiene precedentes recientes. El ambiente que se ha generado en torno a su figura roza el linchamiento mediático. Desde el pitido final en San Siro, ha recibido insultos, amenazas y burlas constantes.
Aficionados del Barça y del fútbol en general han cargado duramente contra el jugador. Su rendimiento en los goles del empate y la victoria italiana ha sido duramente señalado. Pero también han molestado sus palabras posteriores en zona mixta tras el partido.

Críticas por su actitud dentro y fuera del campo
En sus declaraciones tras la derrota, se desmarcó de la responsabilidad en el tercer gol. Además, sugirió que fueron sus compañeros quienes fallaron en la cobertura del cuarto tanto. Ese gesto ha sido interpretado en el vestuario como una forma de señalar a otros.
También ha circulado un vídeo de su calentamiento en San Siro. Muchos cuestionan su actitud antes de entrar al campo, al considerarla poco concentrada. Se le ve frío, sin la intensidad habitual, en un partido que exigía el máximo compromiso.

El silencio posterior agravó la situación
A diferencia del resto de sus compañeros, no escribió nada en redes tras la eliminación. Solo bloqueó los comentarios en sus perfiles, lo que generó aún más comentarios negativos. Esa ausencia de autocrítica pública elevó la tensión entre aficionados y entorno del club.
Finalmente, el jueves decidió romper su silencio con un comunicado en redes sociales. En el mensaje, asumió el momento y defendió la actitud del equipo. También habló de orgullo y lanzó un mensaje de fuerza de cara al Clásico del domingo.

Pese a sus palabras, varios futbolistas consideran que no está preparado para un partido tan exigente. Las últimas 48 horas han sido emocionalmente muy duras para él. Y hay quienes temen que su rendimiento pueda verse afectado por esa presión psicológica.
Algunos compañeros se lo han comunicado a Flick de forma directa o indirecta. Le han hecho saber que no ven claro que participe en el Clásico. No dudan de su profesionalidad, pero creen que necesita más tiempo para recomponerse anímicamente.

Un duelo de máxima exigencia que no permite errores
El Barcelona se juega mucho ante el Real Madrid y cada detalle puede ser decisivo. En este tipo de partidos, cada error se paga al instante. Y los futbolistas sienten que el equipo no está para asumir riesgos evitables en su once titular.
Aunque el entrenador considera que podría ser positivo para él jugar unos minutos, la opinión no es unánime. La tensión acumulada podría ser un lastre más que un impulso. Y el vestuario teme que esa presión lo perjudique a él y al grupo.

El central uruguayo es el protagonista de esta situación. Una figura hasta hace poco intocable que atraviesa su peor momento desde que llegó al club. Hoy, su estado emocional genera más preocupación que su rendimiento defensivo.
Flick sigue valorando si darle minutos o reservarlo completamente ante el eterno rival. Araujo quiere estar, pero incluso él sabe que el foco estará sobre él en cada jugada. La decisión se tomará en las próximas horas… con todo el vestuario pendiente.