El inicio de la era Flick en el FC Barcelona ha traído consigo un cambio radical de rumbo. El entrenador alemán ha instaurado una cultura de máxima exigencia desde el primer día, sin espacio para relajaciones. La prioridad es clara: devolver al Barça el gen competitivo que en los últimos años parecía diluido.
Cada entrenamiento refleja esa filosofía de trabajo innegociable que exige profesionalidad, entrega y disciplina absoluta de todos los jugadores. Flick entiende que el talento individual no basta si no se acompaña de rigor colectivo dentro y fuera del campo. Y bajo ese prisma, una de las primeras decisiones polémicas ya está sobre la mesa.
A esto se le suma el hecho de que el futbolista interesa a varios grandes de Europa. Entre ellos están el Liverpool y el Borussia Dortmund, que estarían dispuestos a desembolsar una buena cantidad de dinero. Este movimiento le vendría muy bien al Barça para poder inscribir a los jugadores que Flick sí necesita.
Hansi Flick | @FCBarcelona
Un aviso temprano que marca tendencia
El primer señalado por el nuevo cuerpo técnico ha sido un futbolista de la cantera que apenas empezaba a asentarse. El joven llegó con retraso a la primera revisión médica de la pretemporada, algo inadmisible para Flick. Para el entrenador, la puntualidad no es un detalle, sino una obligación que refleja compromiso.
La falta fue considerada grave pese a que en otras etapas se habría resuelto con una simple multa. Flick decidió convertirla en ejemplo para el resto, enviando un mensaje contundente desde el inicio. En su manual, todos los integrantes del vestuario deben dar ejemplo desde el primer minuto.
Flick con el Barça | @FCBarcelona
Más allá del episodio de indisciplina, el rendimiento del jugador ya despertaba dudas en el club. Apenas había contado con minutos durante la pasada campaña y no consiguió convencer al anterior técnico. Con la llegada de Flick, su situación lejos de mejorar ha terminado agravándose.
La competencia en su posición es feroz, con jugadores consolidados y de mayor experiencia por delante en la rotación. Flick quiere garantías inmediatas, futbolistas capaces de sostener el nivel competitivo desde el primer día de temporada. En ese escenario, la joven promesa ha quedado relegada a un papel prácticamente irrelevante.
Hansi Flick | @FCBarcelona
Ni la ayuda de sus amigos es suficiente
Fuentes cercanas al vestuario han confirmado que Lamine Yamal intentó mediar a favor de su compañero. Ambos mantienen una estrecha amistad desde las categorías inferiores y comparten una conexión personal muy fuerte. Lamine pidió paciencia y una segunda oportunidad, convencido de que podía reconducir la situación.
Sin embargo, Flick no aceptó la propuesta y mantuvo su postura inflexible respecto a la disciplina. Para el técnico, ceder en este caso supondría abrir una peligrosa puerta a futuros precedentes internos. Considera fundamental transmitir que en su Barça no hay excepciones, ni siquiera para los más jóvenes.
Lamine Yamal | @FCBarcelona
Ante esta situación, la dirección deportiva ya trabaja en encontrar una solución que satisfaga a todas las partes. La opción más viable es cerrar una cesión a un club de nivel medio donde pueda foguearse. Allí tendría minutos, confianza y un entorno menos exigente para recuperar la confianza que ha perdido.
Desde dentro del club reconocen que el talento del jugador no está en duda, pero sí su madurez. El entorno Barça exige un compromiso superior al que ha mostrado hasta ahora y no hay margen para equivocarse. Por eso, un paso intermedio parece la mejor forma de no romper definitivamente con el futbolista.
El Barça de Flick ya no perdona
La decisión también sirve como aviso al resto de la plantilla, que ha tomado buena nota del episodio. Flick quiere un vestuario enfocado únicamente en lo deportivo, sin distracciones, sin privilegios y con disciplina absoluta. En ese modelo, no hay espacio para actitudes que puedan comprometer la competitividad colectiva.
El técnico alemán ha dejado claro que su proyecto no se sostiene en nombres, sino en rendimientos diarios. Y con esta medida marca el camino de lo que será el nuevo Barça en los próximos meses. Quien no esté dispuesto a adaptarse, tendrá que buscar su futuro lejos del Camp Nou.
Héctor Fort | @FCBarcelona
El jugador señalado no es otro que Héctor Fort, lateral derecho formado en La Masía e internacional sub-19. El canterano, que apenas había tenido minutos la pasada campaña, se ve ahora empujado hacia la puerta de salida. Su falta de puntualidad y su bajo impacto competitivo lo han convertido en el primer gran damnificado.
Clubes como el Borussia Dortmund o el Ajax ya han preguntado por una posible cesión del joven defensor. Para el Barça, liberarlo temporalmente puede suponer una oportunidad para que crezca sin la presión inmediata del primer equipo. Mientras tanto, Flick lanza el mensaje definitivo: en su Barça, solo caben los que estén preparados.